El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes

El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes
El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes

jueves, 28 de junio de 2012

Antígona

Fue la hija mayor de  Edipo y Yocasta, reyes de Tebas, y la única que permaneció junto a su padre cuando éste se quedó y huyó al exilio, del que regresó cuando este murió. Muerto Edipo, dejó el trono a sus hijos Eteocles y Polinice. Eteocles se hizo con el trono en solitario estableciéndose en el poder, mientras su hermano Polinice decidió enfrentarse con su hermano  liderando la conocida expedición de "Los siete contra Tebas".
En el transcurso de las múltiples batallas ambos hermanos resultaron muertos, por lo que el codiciado trono terminó en manos de Creonte, hermano  de Yocasta. El nuevo rey ofició en honor a Eteocles un gran funeral, mientras que a Polinice, por traidor, le negó la sepultura, ordenando que dejaran su cuerpo sobre la tierra en el lugar donde había caído. Durante varios días la orden del nuevo rey fue cumplida, sin embargo Antígona decidió incumplir el mandato real, para propiciar que su hermano consiguiera la bendición de los dioses, así le recogió, le embalsamó y le dio sepultura. Por este delito,  el rey Creonte la condenó a ser enterrada viva en el panteón familiar, pero ella decidió terminar con su vida ahorcándose mientras su apenado amor Haemón, hijo de Creonte, se suicidó.
La tragedia de Antígona inspiró al poeta trágico Sófocles, así como a numerosos autores modernos.

martes, 5 de junio de 2012

Anfiarao

Fue un gran combatiente, adivino y general del ejército , que formó parte de la expedición conocida como "Los siete contra Tebas" invitado por Adrasto.
Anfiarao no quería partir a dicha guerra, porque estaba convencido de que moriría frente a los muros de la ciudad enemiga y se ocultó de los militares que organizaban la lucha. Sin embargo, Polinice, personaje especialmente interesado en que la guerra tuviera éxito, ofreció a Erifile, mujer de Anfiarao, un magnífico collar de oro y diamantes a cambio de que revelara el lugar donde se encontraba escondido su marido. Su avariciosa mujer reveló a los habitantes de Argos el lugar donde se encontraba y Anfiarao no tuvo más  remedio que partir. Sin embargo, tuvo tiempo antes de partir de hacer asegurar a su hijo Alcmeón que nada más conocer su muerte debía matar a su madre. Así ocurrió, pues Anfiarao murió al iniciarse la expedición a causa de un rayo de Zeus que le precipitó a lo más profundo de las entrañas de la tierra. La sangre de Erifile sirvió para rendir tributo a Alcmeón.
Desde entonces Anfiarao fue tratado como un héroe divino y se le consagró un templo con un oráculo tan importante como el de Delfos, que se encuentra en Ática. Para consultar el oráculo de Anfiarao, se debía ayunar veinticuatro horas antes y no beber vino durante tres días. Tras inmolar un carnero, se extendía la piel sobre el suelo y se dormía sobre ella. En el transcurso del sueño, se recibía la respuesta del dios.