El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes

El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes
El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes

miércoles, 29 de mayo de 2013

Ganímedes

Era un joven muchacho descendiente de Tros y Calírroe, según unas versiones, y de Laomedonte, según otras, perteneciente a la casa real de Troya. Hermanos suyos fueron Ilo, Asáraco y Cleopatra. Ganímedes era todavía un niño, es decir, no había pasado la pubertad, y se ocupaba de cuidar los rebaños de su padre en los alrededores de su residencia habitual.
Ganímedes era el mortal más bello de todos los hombres que cubrían la faz de la tierra. Un día Zeus, que había conocido de su existencia, se fijó en él, y como estaba un poco aburrido de mantener siempre relaciones con mujeres, y además, era un dios sumamente pasional, decidió probar a relacionarse sexualmente con el joven. Para ello se metamorfoseó en águila y un día que el joven estaba cazando en un monte poco seguro, pasó volando y se lo llevó entre sus garras para siempre. Como compensación por el rapto, su padre recibió unos caballos divinos o una copa de oro realizado por el gran Hefesto (hijo de Zeus).


En el Olimpo Ganímedes fue inmortalizado de manera infantil para siempre y jamás creció, también se convirtió en el escanciador oficial del Olimpo, servía las copas en las largas veladas y encuentros de los dioses olímpicos, cargo sumamente honorífico.
En Atenas, los pintores de vasijas representaban a menudo la historia mítica que resultaba muy apropiada para los banquetes formales exclusivamente masculinos. El mito de Ganímedes era ilustrado con el comportamiento habitual en los rituales de cortejo homoxesuales.


miércoles, 8 de mayo de 2013

Frixo

Era hijo de Atamante, rey de Orcómeno, y de Néfele.  La reina Néfele murió y la nueva esposa de Atamante, Ino, odiaba a los hijos que su marido había tenido con la anterior reina (Frixo y su hermana Hele).  Estuvo mucho tiempo tramando planes para deshacerse de los hijastros. Un día que toda la familia se encontraba de celebración en casa del tío de Frixo, Creteto, Ino intentó seducirle, pero Frixo la rechazó. Despechada tras el rechazo lo denunció por habérsele insinuado.
Tras el rechazo urdió otra trama para deshacerse de los hermanos, propiciando una horrible hambruna en el reino. Después de este desafortunado hecho  pidieron consejo a un oráculo,  el cual predijo que la muerte de los dos hermanos era necesaria para acabar con ella. Esta predicción fue manipulada por Ino, quien sobornó a los emisarios. Justo cuando Frixo y Hele iban a morir, el dios Zeus o, según otras versiones, la propia Néfele envió un carnero alado con el vellocino de oro, montado en una nube por la mediación de Hermes, que se los llevó por los aires para salvarlos. Hele cayó al mar y la muchacha murió. Sin embargo Frixo llegó indemne hasta la Cólquide donde le recibió el rey Eetes. Casándolo más  tarde con su hija Yofasa.  Los cinco hijos de la pareja, llamados Presbón, Argo, Melas, Calcíope y Citisoro volvieron con el tiempo a Orcómeno a vengar la traición de su padre y recuperaron el trono.
 Frixo sacrificó el carnero en honor del rey, pero éste lo consagró a Ares, clavándolo en un roble del bosque sagrado de Ares y entregando su custodia a un dragón. Ésta piel es la que Jasón fue mandado a buscar con los Argonautas por el rey Pelías.

El mar donde hele se ahogó en la hida con su hermano fue llamado helesponto (ponto significa mar) en su honor, y es el actula mar Mármara.