Es el vellón o zalea del carnero alado Crisómalo. Este carnero era hijo de Poseidón y Teófane.
El rey Atamante repudió a su esposa Nefele, con la cual tenía dos hijos Frixo y Hele, para casarse con la princesa Ino. La nueva aspirante a esposa real odiaba a los hijos del rey y quiso matarlos para que solamente su descendencia tuviera la posibilidad de acceder al trono. Para lograr su objetivo, decidió matar a Frixo y a Hele, Nefele conocedora de las intenciones de tan malvada mujer, imploró ayuda a los dioses, que le respondieron enviándole un carnero mágico que tenía pelaje de oro y la capacidad de volar. Este animal transportó a los hijos del rey fuera de los territorios griegos, hacia el país de la Cólquide, durante ese trayecto Hele cayó al mar y se ahogó. El lugar donde cayó fue bautizado Helesponto en su memoria.
Solamente Frixo llegó con vida al país de la Cólquide, donde fue acogido y cuidado por sus habitantes. Como recompensa, Frixo sacrificó al carnero mágico, lo desolló y regaló su dorada zalea al pueblo de la Cólquide. Tan preciado vellón fue colgado de un roble en un bosque consagrado al dios Ares y custodiado por un dragón. En agradecimiento, Zeus coloca al carnero en el cielo nocturno convirtiéndolo en la constelación de Aries. El vellocino permaneció en ese lugar hasta que Jasón se lo arrebató al dragón para llevarlo ante el rey Pelias.
En 1430, Felipe el bueno, duque de Borgoña, crea la orden de caballería del Toisón de Oro, y como símbolo adquieren el vellocino de oro, que penderá del colgante que se concede como condecoración de dicha orden.
El rey Atamante repudió a su esposa Nefele, con la cual tenía dos hijos Frixo y Hele, para casarse con la princesa Ino. La nueva aspirante a esposa real odiaba a los hijos del rey y quiso matarlos para que solamente su descendencia tuviera la posibilidad de acceder al trono. Para lograr su objetivo, decidió matar a Frixo y a Hele, Nefele conocedora de las intenciones de tan malvada mujer, imploró ayuda a los dioses, que le respondieron enviándole un carnero mágico que tenía pelaje de oro y la capacidad de volar. Este animal transportó a los hijos del rey fuera de los territorios griegos, hacia el país de la Cólquide, durante ese trayecto Hele cayó al mar y se ahogó. El lugar donde cayó fue bautizado Helesponto en su memoria.
Solamente Frixo llegó con vida al país de la Cólquide, donde fue acogido y cuidado por sus habitantes. Como recompensa, Frixo sacrificó al carnero mágico, lo desolló y regaló su dorada zalea al pueblo de la Cólquide. Tan preciado vellón fue colgado de un roble en un bosque consagrado al dios Ares y custodiado por un dragón. En agradecimiento, Zeus coloca al carnero en el cielo nocturno convirtiéndolo en la constelación de Aries. El vellocino permaneció en ese lugar hasta que Jasón se lo arrebató al dragón para llevarlo ante el rey Pelias.
En 1430, Felipe el bueno, duque de Borgoña, crea la orden de caballería del Toisón de Oro, y como símbolo adquieren el vellocino de oro, que penderá del colgante que se concede como condecoración de dicha orden.