El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes

El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes
El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Orestes

Era el hijo de Agamenón y Clitemnestra, hermano de Ifigenia y Electra. Después de la guerra de Troya, Orestes mató a su madre y a su amante Egisto, ayudado por Electra, en venganza por la muerte de su padre a quien Egisto y Clitemnestra habían asesinado cuando él todavía era un muchacho.
Antes de que Orestes matara a su madre y a su amante, Electra que temía por la vida de su hermano le envió a casa de su tío Estrofeo, rey de Fosis. Allí creció con Pilades, hijo de Estrofeo, el cual fue su compañero de toda la vida. Después de alcanzar la madurez, Orestes que tenía una deuda sagrada, la de vengar la muerte de su padre, regresó a Micenas con Pilades y consumó su venganza.





Después de la venganza fue perseguido por las Furias o Erinias para castigarle por la violación de los lazos de piedad familiar, finalmente, siguiendo los dictados de Apolo, fue a Atenas a suplicar por su causa ante la diosa Atenea y un consejo de nobles atenienses sobre la colina del Aerópago.
Las Furias fueron enjuiciadas y Orestes se defendió a sí mismo, una vez que Atenea y los otros jueces votaron, los votos se encontraron divididos en partes iguales, pero la diosa declaró que en este caso concreto el acusado debía ser declarado inocente.
Algunas Furias rechazaron el veredicto y continuaron a la caza de Orestes, éste se vio en la obligación de desaparecer de nuevo hasta que llegó a Delfos, allí consultó al oráculo, el cual le indicó el modo de detener el ataque de tan persistentes perseguidoras. Orestes se encaminó presuroso a cumplir los designios del oráculo, así fue como llegó a la tierra de Taurida para robar la sagrada imagen de Artemis, que se encontraba en el interior del templo consagrado a la diosa. En el templo contó con la ayuda de Pilades y de su hermana Ifigenia, que estaba de consagrada como sacerdotisa de ese mismo templo. Con su ayuda robó la sagrada estatua y regresó con ella a Micenas. Después de esto, las Furias le dejaron vivir en paz.

Se casó con Hermione, hija de Helena y Menelao, y murió en Arcadia por la mordedura de una víbora, y en algunas tradiciones se hablaba del lugar donde se encuentra su tumba.

domingo, 5 de junio de 2016

Los semidioses

  En la mitología griega la vida entre los humanos y los dioses estaba completamente interrelacionada, llegando incluso a existir relaciones carnales entre unos y otros, dando lugar en algunos casos a descendencia. Esa descendencia compartía una naturaleza mitad divina y mitad humana.
En la mayoría de las relaciones entre divinidades y mortales, era el dios el que cortejaba a la mortal hasta seducirla. Rara vez se dio el caso de una diosa con un mortal. Uno de los pocos casos conocidos es la relación consentida entre Afrodita y Anquises tras la cual engendraron a Eneas (progenitor del pueblo romano), este hecho es contado por Homero en el Himno a Afrodita. Estos encuentros dieron como fruto unos descendientes épicos que realizaron hazañas memorables. Dichas relaciones no siempre fueron consentidas y de mutuo acuerdo, los dioses manipulaban la situación, engañando a las mortales e incluso forzándolas a llevar a cabo actos indeseados. Incluso las relaciones consentidas entre divinidades y mortales, insólitamente tuvieron un final feliz.
El semidiós es el fruto de la relación lujuriosa de una divinidad y un ser humano, que lleva a cabo acciones heroicas y hazañas victoriosas de diversa índole, siempre con la finalidad de conseguir un objetivo. Son mortales con unas cualidades excepcionales que hacen que se diferencien del resto de su especie; tienen una fuerza sobrehumana; son vencedores de una serie de pruebas; existe algún enemigo que quiere deshacerse de ellos; tienen armas características; cometen algún asesinato fortuito; tienen una inteligencia superior; no tienen miedo a la muerte y tienen un final sobrenatural.

  Entre los semidioses más famosos de la mitología clásica habría que destacar a Perseo, Eneas, Heracles y Aquiles. Son los descendientes de dioses que llevaron a cabo más episodios heroicos dentro del mundo mítico griego.
  • Perseo era hijo de Zeus y Dánae, y entre sus hazañas más famosas están: la muerte de la medusa Gorgona, la venganza de Polidectes y el rescate de Andrómeda.
  • Eneas era hijo de Afrodita y Anquises, escapó de Troya tras la invasión por los aqueos y fue el progenitor del pueblo romano.
  • Heracles era hijo de Zeus y Alcmena, y bisnieto de Perseo. Realizó los famosos 12 trabajos de Heracles como penitencia por el asesinato de su mujer y sus hijos tras un ataque de locura.
  • Aquiles era hijo de Peleo y Tetis. Era invulnerable en todo su cuerpo excepto en el talón. Fue uno de los heroes de la Guerra de Troya, considerado el más veloz de los hombres y el héroe más bello de los reunidos en Troya.

Estos valerosos héroes eran mortales aunque tenían prioridad sobre los hombres e incluso poderes extraordinarios, excepto Heracles, que tras su muerte pasó a un nivel de privilegios superior, pues fue incluido como un dios en el Olimpo. Cuando morían se les concedían una serie de honores y pasaban a un estatus superior como figuras religiosas, convirtiéndose en mediadores entre los dioses y los mortales. Equivalían a los santos en la religión católica, a los cuales se les reza para que intercedan por los hombres ante Dios.
Para cualquier mortal era una fuente de orgullo ser capaz de seguir su ascendencia hasta un héroe
mitológico o un dios.