Es una criatura con la parte frontal del cuerpo de águila gigante, con plumas doradas, afilado pico y poderosas garras. La parte posterior del cuerpo de león con pelaje amarillo, musculosas patas y cola larga. A veces aparece con una larga cola de serpiente.
Tiene su origen en el antiguo Oriente Medio y era conocido en el Antiguo Egipto, en la Antigua Grecia se asociaban al dios Apolo que pasaba los inviernos con los Hiperboreos, pueblo que vivía en la Europa septentrional. Los griegos pensaban que guardaban grandes cantidades de oro.
Según una leyenda Apolo fue a cazar grifos y volvió cabalgando uno de ellos. Los grifos estaban consagrados a Apolo y vigilaban los tesoros para protegerlos de los Arimaspos; así como las cráteras de vino de Dionisio.
Representaban el vigor, la destreza, el poder, el valor y el coraje, por lo que fue dibujado en varias obras de arte y hasta colocado en armas de grandes guerreros como el casco de la diosa Atenea (aparecen en los laterales).
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