Fundador de la orden de los predicadores o dominicos. participó en la persecución de la herejía albingense. El papa Honorio III les confía el Santo Oficio de la Inquisición. Un día redactó un escrito refutando las herejías. Éstos, los herejes, decidieron someter el libro a la prueba del fuego arrojándolo a las llamas; si se quemaba, seguirían con sus ideas; si no, se convertirían. Al arrojarlo, el libro levitó sobre la hoguera sin quemarse.
Aparece representado con hábito blanco con capa negra, penitente y en el ciclo de su vida.
Sus atributos son: la estrella en la frente o encima de la cabeza; el libro; el lirio de la castidad; el báculo abacial; y el perro (domini canis) royendo un hueso (herejías)o llevando un leño encendido (iluminando la verdad). Se suele representar junto a San Francisco por la reforma que ambos emprendieron de la iglesia: En el siglo XV se le atribuye la invención del Rosario debido a una aparición de la virgen.
