El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes

El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes
El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes
Mostrando entradas con la etiqueta Tetis y Zeus de Jean Auguste Dominique Ingres. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tetis y Zeus de Jean Auguste Dominique Ingres. Mostrar todas las entradas

jueves, 29 de septiembre de 2011

Tetis

Es la Diosa de las Aguas, hija de Urano y de Gea y hermana y esposa del gran titán Océano. Tetis sería la madre de todos los ríos del mundo y de todas las ninfas del mar. Representada con un cetro en la mano o bien sosteniendo en sus rodillas al pequeño dios Palemón, y siempre viajando en un hermoso carro de caballos tirado por los tritones. Empuña una espada con una mano mientras que con la otra sostiene una balanza. Lleva una venda que le tapa los ojos, queriendo indicar que la justicia no entiende de rango, riquezas o intereses particulares. Además se la sitúa sobre un león para denotar que la justicia debe estar acompañada de la fuerza.
Tetis es la madre de Aquiles. Tanto Poseidón como Zeus estaban interesados en ella, pero una profecía de Temis reveló que su hijo sería más grande que su padre, así que arreglaron su matrimonio  con un hombre mortal, Peleo, rey de los Mirmidones. En una variante de este mito, Tetis intentó hacer invulnerable a Aquiles sumergiéndolo en las aguas de la laguna Estigia. Sin embargo, el talón por que le sujetó no fue protegido por las aguas de Estigia. En la historia de Aquiles en la Guerra de Troya narrada en la Ilíada, Homero no menciona esta debilidad de Aquiles en su talón.
La profecía decía que el hijo de Tetis tendría una vida larga pero aburrida o gloriosa pero corta. Cuando estalló la Guerra de Troya, Tetis estaba preocupada y ocultó a Aquiles en la corte de Licomedes, disfrazado de mujer. Pero de todas formas terminó acudiendo con el resto de los griegos. Viendo que no podría evitar que su hijo cumpliese su destino, Tetis hizo que Hefesto forjarse un escudo y una armadura, pero luego rehusó pagarle los favores sexuales que le había prometido a cambio.
Cuando Paris mató a Aquiles, Tetis vino del mar con las Nereidas para llorar su muerte, y guardó sus cenizas en una urna de oro, levantó un monumento en su memoria e instituyó unas fiestas conmemorativas.