Ninguna de sus decisiones podía ser revocada, ni siquiera por los propios dioses, cuyo destino también quedaba marcado por ellas.
- Cloto era la más joven y llevaba consigo telas e hilos de todas las clases y colores, cuya tipología variaba según el destino de cada persona. Así los de seda y oro eran para los hombres cuyo destino era la felicidad, mientras que la desgracia venía simbolizada con la lana y el cáñamo.
- Laquesis era la que movía la rueca en la que se preparaban los hilos que le daba Cloto.
- Atropos, la mayor, siempre atenta se encargaba, con su tijeras muy largas, de cortar el hilo de la vida de quien le placía, cuando quería y de improviso.
Neuna fata, Neuna dono, Parca Maurtia dono
Registran pues los nombres de dos de las tres Parcas romanas (Neuna o Nona, Maurtia o Morta) relacionados con el concepto de fata. Se suponía que Nona determinaba la longitud de la vida del hombre como el dies lustricus, es decir, el día en el que el nombre del niño era elegido, lo que sucedía al noveno día desde su nacimiento para los niños y al octavo para las niñas. Las repetición de los nundinae también era considerado un dies festus y como tal nefas por algunos estudiosos romanos como Julio César y Cornelio Labeo.Se las representaba como tres mujeres de aspecto severo: Cloto, con una rueca; Láquesis, con una pluma o un mundo y Átropos, con una balanza. La representación más comúnmente usada era la de tres viejas hilanderas o unas melancólicas doncellas. Shakespeare se inspiró en este mito para crear las tres brujas que aparecen en Macbeth, cuya intervención es determinante en el destino del protagonista.