El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes

El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes
El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes

lunes, 21 de octubre de 2013

Heracles

 Hércules fue un héroe tebano, hijo de Zeus y de Alcmena, mujer del general Anfitrión. Para engendrarlo, Zeus se convirtió en la figura de su marido Anfitrión y se unió a ella en su lecho la misma noche que Anfitrión, volviendo de una expedición, concibió junto a su mujer a Ificles, que nació al mismo tiempo que Heracles.

Hera, decidida a matar al hijo de su infiel marido, y mucho más enfurecida por el hecho de que Zeus se jactaba de su hazaña entre los otros dioses, poco después del nacimiento de Heracles, envió dos grandes serpientes para que acabaran con él. El niño era aún muy pequeño pero estranguló a las sepientes en su cuna. Su madre le abandonó temiendo la ira de Hera y el bebé fue recogido por Zeus, quien engañó a Hera de tal modo que ésta dio de amamantar a Heracles convirtiéndolo en inmortal. Estaba dotado de poderes sobrenaturales pero también con debilidades propias de los humanos, representaba lo sobrenatural, lo grandioso. Adquirió una gran fuerza y unas capacidades excelentes debidas, en parte, a la educación que recibió de Quirón, de forma que llegó a ser el hombre más famoso y valiente de su tiempo. Sin embargo también fue educado por otros grandes maestros como Lino (maestro de música), Téutaro ( enseñó el manejo del arco), Cástor y Radamante.


De joven conquistó Orcómeno, tribu que exigía a Tebas el pago de un tributo, y como recompensa, pudo casarse con la princesa tebana Megara, con quien tuvo tres hijos. Todos perecieron a manos de su padre, que los mató a flechazos en un ataque de locura junto con su esposa. Hércules arrepentido de tan horrible crimen, marchó a Delfos a consultar el oráculo del dios Apolo, lo que debía hacer para expiar su crimen. El oráculo le dijo que partiera hacia Tirinto, donde se pondría al servicio del rey Euristeo. Éste, asustado ante la imponente presencia de Hércules y temeroso de que algún día quisiera arrebatarle el trono, decidió deshacerse de él, para lo cual le impuso la realización de doce trabajos, cada uno más dificil que el anterior:
  1. Trabajo 1º: Conseguir la piel del león de Nemea.
  2. Trabajo 2º: Matar la hidra de Lerna.
  3. Trabajo 3º: Capturar la cierva que moraba en el Monte Cerinea.
  4. Trabajo 4º: Capturar el jabalí de Erimanto.
  5. Trabajo 5º: Exterminar los pájaros de la laguna Estinfalia.
  6. Trabajo 6º: Limpiar los establos de Augias, el rey de la Elide.
  7. Trabajo 7º: Capturar el toro de Creta.
  8. Trabajo 8º: Secuestrar las yeguas de Diomedes. 
  9. Trabajo 9º: Conseguir el cinturón de Hipólita, la reina de las Amazonas.
  10. Trabajo 10º: Capturar los toros rojos de Gerión.
  11. Trabajo 11º: Robar las manzanas del Jardín de las Hespérides.
  12. Trabajo 12º: Capturar a Cerbero.

Heracles  tuvo muchas amantes, y lograr sus atenciones le costó muchos problemas: para conquistar a Onfale debió despojarse de todo aquello que siempre había sido suyo, y el amor de Deyanira le supuso un nuevo enfrentamiento y asesinato, esta vez de Aqueloo. La muerte de Heracles vino directamente causada por la propia Deyanira. Un día cuando ambos viajaban juntos, Heracles confió su esposa al centauro Neso para que la cruzara de una parte a otra del río, mientras él recorría otra parte más intricada del mismo, pero más interesante para sus propósitos. Sin embargo, Neso intentó poseer a Deyanira y Heracles acudió para matarlo, lo que consiguió, a pesar de su velocidad, lanzándole una flecha. Sin embargo, antes de morir Neso le dio a Deyanira una túnica que, según él, servía para avivar el amor de los maridos infieles.
Mucho tiempo después, cuando Heracles estaba de viaje y junto a la bella Iole en Eubea, Deyanira le envió la túnica y en cuanto Heracles la abrió, empezó a sufrir un fuerte dolor provocado por el intenso veneno que había consumido. Heracles, viendo que iba a morir, hizo una gigantesca pira con troncos de árboles, se tumbó en ella e hizo que Filoctetes la encendiera. Heracles murió incinerado, pero pronto fue sacado del Hades por los dioses que en agradecimiento a su comportamiento, lo subieron al Olimpo, lo convirtieron en semidios y lo desposaron con Hebe.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Helena de Troya

Sus padres fueron Zeus y Leda, mujer del rey Tíndaro de Esparta, y tuvo tres hermanos: Cástor, Polux y Clitemnestra. Helena de Troya nació de uno de los huevos que puso Leda cuando fue seducida por Zeus. De pequeña fue raptada por el héroe Teseo que quería casarse con ella, pero sus hermanos la rescataron. Helena era la mortal más bella del mundo, el objeto de deseo de todos los príncipes griegos.

Fue la causa que provocó el inicio de la guerra de Troya al acompañar a Paris, príncipe de dicha nación, a su patria. Paris la obtuvo gracias a Afrodita, en contraprestación por haber elegido a ésta como la diosa más bella. Ante su huida con Paris, Menelao, su marido, llamó a todos los reyes de Grecia, que se unieron a él para resarcir con una guerra la afrenta de que había sido objeto por parte de los troyanos.
No está totalmente claro el papel que tuvo Helena durante la guerra. Parece ser que se pasaba el día en la torre del palacio de Troya donde tenía un telar con el que tejía todas sus desdichas, mientras se lamentaba del instante en que había tenido la debilidad de dar oídos a un extranjero y marcharse  con él. Cuando Paris murió, se casó con Deífobo, que también era hijo de Príamo como Paris. Pero cuando Troya fue tomada, Helena entregó a Deífobo de la manera más indigna a los griegos, que lo apuñalaron. De esta forma Helena pretendía reconciliarse con Menelao, y así fue. El hijo de éste, Atreo, la llevó a Grecia junto a él en un viaje complicado, porque los dioses provocaron varias tormentas que les hicieron pasar por Chipre y Egipto.
Ya en Esparta fueron muy felices hasta la pronta muerte de Menelao. Entonces, fue expulsada del Peloponeso por indigna. Buscando auxilio fue a Rodas a casa de una antigua amiga, la reina Polixo. Ésta, llena de odio por la muerte de su marido en la guerra de Troya, mandó acabar con su vida ahogándola en el baño  y después de muerta, la ahorcaron en un árbol.




lunes, 16 de septiembre de 2013

Filemón y Baucis

Fueron una pareja desdichada que vivía en la zona de Frigia. Zeus había observado que, por aquellos territorios, existía un gran número de familias que vivían en humildes chozas y que eran poco acogedoras con los visitantes que por allí pasaban. Enojado por la falta de amabilidad de tales habitantes, decidió investigar un poco. Se disfrazó, junto con Hermes, su ayudante en esta empresa, con unos horribles harapos, para dar un aspecto lo más pobre posible, y así fue visitando todas y cada una de las casas, obteniendo siempre un trato desagradable, excepto en una de las chozas, la de Filemón y Baucis. Ellos acogieron lo más amablemente posible a esos harapientos que llamaron a su puerta. Les dieron agua para lavarse y el banquete más suntuoso que podían ofrecerles: vino, miel, queso, huevos y otros modestos alimentos. Mientras la comida se desarrollaba, los esposos observaron con admiración cómo las provisiones de que disponían nunca se acababan, por más que escanciaran vino en las copas de sus huéspedes. Entonces, la pareja dedujo que sus visitantes, eran, en realidad, dioses inmortales.

Después del ágape, Zeus y Hermes se mostraron con su auténtico aspecto y condujeron al matrimonio a lo más alto de una colina, desde la que se divisaba toda la región. Desde allí, pudieron ver cómo su choza se había transformado en un gran palacio, que serviría de templo para los dioses. Además, en agradecimiento, Zeus dijo a Filemón y a su mujer que les concedía todo cuanto quisieran, y éstos pidieron convertirse en los sacerdotes del templo y morir al mismo tiempo. Por otra parte, Zeus, envió un gran diluvio a la región, cuyos habitantes perecieron totalmente, salvo la esplendorosa pareja.

Al cuidado del templo vivieron durante mucho tiempo y cuando les llegó el momento de la muerte, Zeus, haciendo cumplir su deseo los transformó a la vez en árboles: en un roble a Filemón y en un tilo a Baucis. Desde entonces, ambos permanecieron juntos para siempre con las ramas entrelazadas.

Ésta pareja, cuya leyenda narra Ovidio en la Metamorfósis, simboliza el amor conyugal.









miércoles, 11 de septiembre de 2013

Faetón

Según la leyenda era hijo de Helios y de Clímene,  pero según otras versiones era hijo  de Eos y Céfalo.
Se dice que era uno de los jóvenes favoritos de Afrodita. Un día Faetón tuvo una disputa muy grave con Epafo, hijo de Zeus y se intercambiaron el uno al otro graves insultos. Epafo llegó a reprocharle que no era hijo de Helios, diciéndole: "tu origen no es desconocido. Tu fragil madre ha fingido unos amores divinos para legitimar mejor su desarreglada conducta." El contrariado Faetón acudió rapidamente a casa de su madre y le pidió consejo para perpetrar una venganza o hallar algún modo de recuperar el honor perdido.

Clímene aconsejó a su hijo que solicitara el permiso del Sol para conducir su carro, aunque sólo fuera por un día para así demostrar a todo el mundo la verdad de su nacimiento. Helios, al tiempo que debía ayudar a su hijo en la venganza de la afrenta ocurrida, temía por lo peligroso de la petición que le había hecho su hijo. Intentó disuadirle, pero como no lo consiguió, dispuso la preparación de su carro dorado. Cuando Faetón había montado, y antes de que emprendiera el vuelo, su padre le aconsejó que no se acercara demasiado al cielo, pero que tampoco estuviera muy cerca de la tierra, pues ambas cosas resultarían muy peligrosas. Sin embargo, Faetón no le hizo mucho caso y, como además, los veloces corceles blancos enganchados al carro no estaban acostumbrados al mando que ahora los llevaba, subían al cielo y bajaban a la tierra sin control. Además, Faetón se asustaba de los signos del zodíaco cada vez que surcaba la bóceda celeste y eso le impedía serenarse. Así debido a sus imprudencias, tan pronto se quemaba el cielo como se evaporaban los ríos, la tierra gimió de desesperación y pidió a Zeus que detuviera tal tormento. Éste, mandó la muerte a Faetón, que cayó hecho un torbellino en el Eridano (el actual río Po). Ante el dolor de su muerte su amigo Cicno quedó convertido en cisne. Sus hermanas, las Helíadas, recogieron su cuerpo, le rindieron honores fúnebres y lo enterraron. Sumidas en la tristeza sus lágrimas constituyeron el ámbar que se encuentra aún en ese río y después, fueron metamorfoseadas en álamos.

Fue por la aventura de Faetón por lo que, según la mitología, África perdió toda su vegetación y se convirtió en desierto y el color de piel de sus habitantes se tornó negro. Y también es este mito la justificación de la creación de la vía Lactea a causa de los incendios en el cielo.


viernes, 30 de agosto de 2013

Europa

Según las diferentes versiones, era hija de Agenor, rey de Tiro, y de Telefasa o Argiope, aunque también pasó por  hija de Fénix. Europa poseía una belleza excepcional rebosante de armonía. Su piel era de reluciente color blanco y siempre iba muy bien acicalada.

Zeus paseaba por el mundo buscando doncellas a las que conquistar. Sin embargo, el gran dios, mucho más refinado que otros compañeros suyos dedicados a la misma tarea como Ares, empleaba el engaño para conquistar a toda mujer que se le antojaba, pero era paciente y prefería que sus conquistas se entregaran por sí solas a sus encantamientos.

Un día Zeus vió a Europa jugando con la arena de la playa en candorosa desnudez. Enseguida, se sintió enormemente atraído por ella y sintió un desbordante deseo carnal. Para lograr su interés, decidió convertirse en un animal, tal y como había hecho otras veces, y adoptó la forma de un toro blanco de gran belleza, forma ésta en la que se le acercó. Zeus se había dirigido a las praderas donde Europa estaba jugando con sus amigas tras el baño. Al verlo, todas sus compañeras salieron despavoridas, pero, por el contrario, Europa esperó allí extremadamente tranquila, como si estuviera hipnotizada por el encanto y la mansedumbre del toro y se acercó a él maravillada acariciándole la testuz y poniéndole luego una guirnalda de flores en el cuello. En ese momento, Zeus se agachó y le ofreció su lomo que ella tomó encantada, sentándose sobre él.
Al instante se lanzó al mar y comenzó a cabalgar a enorme velocidad, aunque la muchacha no tuvo miedo porque Zeus lo hacía con suavidad. Cuando llegaron a la isla de Creta, cerca de la ciudad de Gortina, en la orilla opuesta, Zeus se mostró ya como el dios que era y Europa no tuvo reparos en entregarse pasionalmente a él, asombrada de que el gran dios de dioses se hubiese sentido atraído por ella. Se cobijaron a la sombra de un árbol, al parecer, un platanero o un sauce, cerca de un arroyo, que se volvió de hoja perenne para la eternidad. Zeus y Europa tuvieron tres hijos: Minos, Radamantis y Sarpedón.

Mientras tanto enterados sus familiares del rapto, el padre de Europa ordenó a sus otros hijos: Cadmo, Fénix, Cilix y Taso que fueran en su busca. Éstos se dividieron en varias direcciones pero no pudieron encontrarla y terminaron convirtiéndose en gobernantes de los lugares a los que se habían dirigido.

Al poco de su unión, Zeus casó legalmente a Europa con Asterión, rey de Creta, haciéndole tres regalos: Talos, un autómata de bronce construido por Dédalo; una jabalina que siempre daba en el blanco, y un perro que nunca dejaba escapar a su caza. Asterión acogió a los hijos de Europa, como si fueran suyos y a su muerte, Minos ocupó el trono de su país.

Parece ser que tras su muerte Europa fue convertida en una diosa con el nombre de Hellotis o Hellotia, aunque esta leyenda no está muy extendida, y el toro en el que Zeus se había convertido fue transformado en la constelación de Tauro que contiene la nebulosa del cangrejo.




Una explicación más lógica al mito de Europa dice que unos comerciantes de Creta, desplazados a Fenicia por cuestiones comerciales, habiendo visto a la joven y bella Europa, la raptaron para ofrecerla a su rey Júpiter. Como su nave llevaba a proa un toro blanco, se divulgó la leyenda de que el dios Júpiter se había metamorfoseado en toro para apoderarse de ella.

jueves, 29 de agosto de 2013

Escila

Monstruo del mar con cabeza y torso de mujer, y el resto del cuerpo termina en forma de pez. De sus extremidades inferiores salían cabezas de perros, cuyos ladridos eran tan leves como los de un cachorro, pero no así su voracidad. Tenía doce pies para sostenerse. Poseía tres cabezas (también se le asignan seis) todas ellas con tres hileras de puntiagudos colmillos. Vivía en el estrecho de Mesina, junto a Caribdis, y fue transformada por los dioses en una roca que suponía graves peligros para los navegantes.

Existen dos versiones de quienes fueron sus padres: por un lado se cree que fueron Hécate y Forcis, y por otro se le adjudica la paternidad a Equidna y Tifón.

Escila no siempre había sido un monstruo, antaño fue una hermosa doncella llena de dulzura. Un día que jugaba alegremente en la playa, Glauco (un ser inmortal) la observó sentada en una umbría caleta, lavándose sus pies en las cristalinas aguas. Después de haber admirado su belleza desde lejos, se acercó hasta ella para intentar conquistarla. Pero a Escila le causaba temor su gran cola de pez  y sentía aversión por su cabello lleno de cizañas. Quizá lo que más aborrecía era su aire engreído, porque Glauco se había envanecido de haber comido una hierba mágica que lo convirtió en  un ser inmortal.
Glauco que no estaba dispuesto a tolerar una negativa por respuesta, acudió a la maga Circe para lograr el amor de Escila con artimañas de brujería. Circe no quería  ayudarlo porque estaba enamorada de él pero tras muchas presiones se vió obligada a hacerlo. pero solamente, con el fin de conseguir sus propósitos de venganza hacia su rival Escila. Para ello le entregó una pócima a Glauco y le dió una serie de instrucciones sobre su uso. Glauco siguiendo las directrices de Circe, vertió el líquido en la  caleta donde todos los días se bañaba Escila. Cuando llegó a darse su baño, observó como una jauría de perros empezaba a atacarla. Asustada, trató de defenderse, pero pronto observó horrorizada que esos perros partían de su cintura. Glauco que vigilaba desde la distancia, al ver lo ocurrido, perdió todo el interés por ella y se marchó.

Escila personifica un escollo del estrecho de  Mesina que separa sicilia del sur de Italia y que comunica los mares Tirreno y Jónico, situado enfrente del torbellino caribdis.

En la Odisea de Homero, Circe advierte a Odiseo en el canto XII de navegar más cerca de Escila que de Caribdis, ya que mientras Escila devoraría a seis de sus hombres, su contrapartida succionaría su barco entero: Empuja rápidamente tu nave hacia el escollo de Escila, ya que es mejor perder a seis de tus hombres que toda tu nave.







jueves, 13 de junio de 2013

Edipo

Fue un desventurado príncipe tebano, hijo de Layo y de Yocasta. Poco antes de que ambos se casaran el oráculo de Delfos les advirtió  que el hijo que tuvieran llegaría a ser asesino de su padre y esposo de su madre. Layo, nada más nacer su primogénito, encargó a un íntimo conocido que matase al niño, pero dicha persona, dubitativa entre la lealtad al rey y el horror que le producía la orden encomendada, perforó los pies del bebé y lo colgó con una correa en un árbol situado en el monte Citerón. Forbas, un pastor de los rebaños del rey de Corintio, escuchó los horribles lamentos y lloros del bebé, y lo recogió entregándoselo para su cuidado a Polibio, cuya esposa Peribea se mostró encantada con el bebé y lo acogió amorosamente en su seno, dándole por nombre Edipo, que significa "el de los pies hinchados".
Cuando el joven Edipo tenía catorce años ya mostraba enorme agilidad en todos los juegos del ejército,  viéndose en él a un futuro soldado. Uno de sus compañeros de juegos, corroído por la envidia que le producían las capacidades de Edipo le echó en cara, para insultarle, que no era más que un hijo adoptivo sin honra alguna. Ante tal hecho, Edipo, atormentado por las dudas a menudo preguntaba a su madre por su procedencia. Pero Peribea, que sentía que la verdad podía llegar a ser muy dolorosa, siempre se esforzó en persuadir a Edipo de que ella era su auténtica madre.
Edipo, sin embargo, no estaba contento con sus respuestas y acudió al oráculo de Delfos, quien le pornosticó aquello mismo que ya había dicho a los reyes de Tebas, aconsejándole además, que nunca volviese al lugar que le había visto nacer. Al oir esas palabras, Edipo prometió no volver jamás a su tierra, Corinto, y emprendió camino hacia la Fócida. Durante el camino sufrió dos percances, el primero le ocurrió en un cruce donde se enfrentó al pasajero de un carruaje, causándole la muerte de manera accidental (lo que Edipo no sabía es que era Layo su verdadero padre). A continuación se encontró a un horrible monstruo, la Esfinge. Tenía cabeza, cara y manos de doncella, voz de hombre, cuerpo de perro, cola de serpiente, alas de pájaro y garras de león, y desde lo alto de una colina detenía a todo aquel que osase pasar junto a ella, haciéndole una pregunta compleja cuya ignorancia provocaba  su muerte por el terrible monstruo. Los desgraciados eran ya miles.
Creonte, hermano de Yocasta, y nuevo rey, prometió dar la mano de su hermana y, por lo tanto, el trono de Tebas, a aquel que consiguiese descifrar el enigma de la Esfinge. Dicho enigma era: "¿cual es el animal que por la mañana tiene cuatro pies, dos al mediodia y tres a la tarde?".
Edipo que deseaba la gloria más que nada y que disponía de una sagacidad sin límites, dio repuesta al misterio de la Esfinge diciendo: "el hombre en su infancia anda sobre sus pies y sus manos, en la edad madura sobre sus pies y en la vejez ayudándose de un bastón como si fuera un tercer pie". La Esfinge, enormemente furiosa porque alguien hubiera desvelado el secreto, se suicidió abriéndose la cabeza contra una roca.
Edipo se casó con Yocasta y vivieron felices durante muchos años teniendo por hijos a Etéocles, Polinice, Antígona e Irmene. Sin embargo, llegó el día en que una peste comenzó a arrasar toda la región, sin que tuviera remedio alguno, y el oráculo de Delfos informó de que tal calamidad sólo desaparecería cuando el asesino de Layo fuese descubierto y expulsado de Tebas. Edipo animó las investigaciones como buen rey que era, pero éstas descubrieron lo que realmente había ocurrido: había matado a Layo, su padre y se había casado con Yocasta, su madre. Yocasta después de éste descubrimiento se suicidió y Edipo, abrumado por la gran tragedia, creyó no merecer más ver la luz del día y se sacó los ojos con su espada. Sus dos hijos  le expulsaron de Tebas y Edipo se fue a Ática, donde vivió de la mendicidad y como un pordiosero, durmiendo sobre las piedras.
Con él viajaba Antígona, que le facilitaba la tarea de encontrar alimento y le daba el cariño que requería. Una vez, cerca de Atenas, llegaron a Colono, santuario y bosque dedicado a las Erinias, que estaba prohibido a los profanos. Los habitantes de la zona lo identificaron e intentaron matarlo, pero las hermosas palabras de Antígona pudieron salvar su vida.
Edipo pasó el resto de sus días en casa de Teseo, quien le acogió misericordiosamente. Otra versión afirma que murió en el propio santuario, pero antes de expirar, Apolo le prometió que ese lugar sería sagrado y estaría consagrado a él y sería extremedamente provechoso para todo el pueblo de Atenas.


Freud descubrió el complejo de Edipo (1897/1902): amor por el padre del mismo sexo y odio al padre del sexo opuesto, aunque ambas formas pueden combinarse de distintas maneras.


miércoles, 29 de mayo de 2013

Ganímedes

Era un joven muchacho descendiente de Tros y Calírroe, según unas versiones, y de Laomedonte, según otras, perteneciente a la casa real de Troya. Hermanos suyos fueron Ilo, Asáraco y Cleopatra. Ganímedes era todavía un niño, es decir, no había pasado la pubertad, y se ocupaba de cuidar los rebaños de su padre en los alrededores de su residencia habitual.
Ganímedes era el mortal más bello de todos los hombres que cubrían la faz de la tierra. Un día Zeus, que había conocido de su existencia, se fijó en él, y como estaba un poco aburrido de mantener siempre relaciones con mujeres, y además, era un dios sumamente pasional, decidió probar a relacionarse sexualmente con el joven. Para ello se metamorfoseó en águila y un día que el joven estaba cazando en un monte poco seguro, pasó volando y se lo llevó entre sus garras para siempre. Como compensación por el rapto, su padre recibió unos caballos divinos o una copa de oro realizado por el gran Hefesto (hijo de Zeus).


En el Olimpo Ganímedes fue inmortalizado de manera infantil para siempre y jamás creció, también se convirtió en el escanciador oficial del Olimpo, servía las copas en las largas veladas y encuentros de los dioses olímpicos, cargo sumamente honorífico.
En Atenas, los pintores de vasijas representaban a menudo la historia mítica que resultaba muy apropiada para los banquetes formales exclusivamente masculinos. El mito de Ganímedes era ilustrado con el comportamiento habitual en los rituales de cortejo homoxesuales.


miércoles, 8 de mayo de 2013

Frixo

Era hijo de Atamante, rey de Orcómeno, y de Néfele.  La reina Néfele murió y la nueva esposa de Atamante, Ino, odiaba a los hijos que su marido había tenido con la anterior reina (Frixo y su hermana Hele).  Estuvo mucho tiempo tramando planes para deshacerse de los hijastros. Un día que toda la familia se encontraba de celebración en casa del tío de Frixo, Creteto, Ino intentó seducirle, pero Frixo la rechazó. Despechada tras el rechazo lo denunció por habérsele insinuado.
Tras el rechazo urdió otra trama para deshacerse de los hermanos, propiciando una horrible hambruna en el reino. Después de este desafortunado hecho  pidieron consejo a un oráculo,  el cual predijo que la muerte de los dos hermanos era necesaria para acabar con ella. Esta predicción fue manipulada por Ino, quien sobornó a los emisarios. Justo cuando Frixo y Hele iban a morir, el dios Zeus o, según otras versiones, la propia Néfele envió un carnero alado con el vellocino de oro, montado en una nube por la mediación de Hermes, que se los llevó por los aires para salvarlos. Hele cayó al mar y la muchacha murió. Sin embargo Frixo llegó indemne hasta la Cólquide donde le recibió el rey Eetes. Casándolo más  tarde con su hija Yofasa.  Los cinco hijos de la pareja, llamados Presbón, Argo, Melas, Calcíope y Citisoro volvieron con el tiempo a Orcómeno a vengar la traición de su padre y recuperaron el trono.
 Frixo sacrificó el carnero en honor del rey, pero éste lo consagró a Ares, clavándolo en un roble del bosque sagrado de Ares y entregando su custodia a un dragón. Ésta piel es la que Jasón fue mandado a buscar con los Argonautas por el rey Pelías.

El mar donde hele se ahogó en la hida con su hermano fue llamado helesponto (ponto significa mar) en su honor, y es el actula mar Mármara.

miércoles, 17 de abril de 2013

Deucalión y Pirra

Deucalión, hijo del titán Prometeo, era rey de Pitia en Tesalia, cuando Zeus castigó a los hombres con un diluvio por su mal comportamiento, los crímenes y la depravación de la raza humana. Durante nueve días y nueve noches Zeus envió raudales de lluvia, y sólo Deucalión y su mujer Pirra sobrevivieron a la inundación, porque eran los únicos seres de la faz de la tierra que respetaban las leyes de los dioses y actuaban rectamente. Ambos habían construido una barca con la que pudieron llegar a la cima del monte Parnaso.
Tras el diluvio, el oráculo de Delfos les ordenó que arrojaran los huesos de sus madres por encima de los hombros, en principio se negaron porque creían que realizar tal acción sería un sacrilegio con los antepasados, pero despues de pensar detenidamente obedecieron cuando se dieron cuenta de que los huesos significaban las piedras de la tierra, origen de toda vida. De cada una de las piedras que arrojó Deucalión surgió un hombre y de las que arrojó Pirra surgió una mujer, naciendo así una nueva raza humana.
A pesar de que el mito del diluvio aparece en la tradición griega, en la azteca, en la mesopotámica y en la hebrea (Noé), parece ser que cada relato tiene una base histórica diferente.

En la Metamorfosis de Ovidio se recoge la historia de Deucalión y Pirra, donde el autor cuenta como el planeta se vuelve a poblar de seres humanos tras la metamorfosis de las piedras.

miércoles, 3 de abril de 2013

Dánae

Era una bella joven hija de Eurídice y del rey de Argos, llamado Acrisio. Éste había sido advertido en un oráculo que el bebé que concibiera su hija le causaría la muerte. Para evitarlo, Acrisio encerró a su hija en una gran torre con grandes puertas y candados de bronce. Sin embargo, Zeus se encaprichó de ella, y para poder acceder a la torre se transformó en una fina lluvia de oro, atravesando con esta forma líquida los ladrillos de la construcción y tomándola carnalmente, lo que tuvo como resultado el embarazo de la joven.
Cuando Acrisio se enteró no creyó la versión narrada por su hija y pensó que el culpable había sido Petro (rey de Tirinto), su hermano gemelo.  Desde el seno materno los hermanos gemelos habían mantenido una lucha continua, tras la cual Petro se personó como pretendiente de Dánae, de ahí que Acrisio pensara que se las había ingeniado para acceder a la morada de la joven y la poseyera.
Tras dar a luz, Acrisio encerró a la joven y al bebé en un arca arrojándolos al mar con la esperanza de que murieran. Sin embargo ambos llegaron sanos y salvos a la isla de Sérifos, donde fueron recogidos por un pescador llamado Dictis. Tal suerte se obtuvo gracias a la ayuda de Zeus que mostró así su agradecimiento hacia la joven Dánae. El pescador los presentó ante el rey Polidecto, que trató a ambos con cortesía, hasta que intentó seducir a Dánae, siendo ésta defendida por su hijo Perseo.

Más tarde se haría realidad la profecía y Perseo mataría accidentalemnte a su abuelo, dejándole caer una jabalina o un disco.



lunes, 11 de marzo de 2013

Clitemnestra

Mujer de Agamenón, hija de Tíndaro, rey de Esparta y su esposa Leda, hermana de Helena, Castor y Polux, según algunas tradiciones la única mortal de los cuatro hermanos.
En un principio fue entregada en matrimonio a Tántalo con el que tuvo un hijo, pero el rey micénico Agamenón se había fijado en ella y no tuvo ningún reparo en asesinar al rey Tántalo y al hijo de ambos para poder casarse con ella. Con Agamenón tuvo cuatro hijos: Ifigencia, Electra, Orestes y Crisotemis.
Cuando la expedición griega que se dirigía a Troya, comenzó su viaje, una calma absoluta llegó sobre toda Grecia, esta ausencia de vientos impedía la marcha de los barcos helenos. Ante este impedimento, Menelao decidió consultar con el oráculo de Delfos, el cual declaró que el único modo de conseguir la aquiescencia de los dioses era sacrificando a la primogénita del rey Agamenón. Éste en principio se resisitió pero al final terminó cediendo a los ruegos de sus compañeros de batalla. Clitemnestra no perdonó este sacrificio (ya que no sabía que la diosa Artemisa la salvó en el último minuto, entregándola como sacerdotisa en uno de sus templos) y mientras Agamenón luchaba contra los troyanos se convirtió en amante de Egisto.
Cuando Agamenón  regresó, Clitemnestra con la ayuda de Egisto le asesinó junto a Casandra, hija de Príamo y amante de Agamenón. De esta manera es libre de casarase con Egisto, pero no contaba con la venganza de sus hijos; así Orestes, hijo de Clitemnestra y Agamenón, terminó asesinando a su madre y al que había colaborado con ella en la muerte de su padre.

martes, 26 de febrero de 2013

Casandra

Era una de las hijas de Príamo y Hécuba, reyes de Troya. Poseía el don de predecir el porvenir, dicha facultad le había sido concedida por el dios Apolo, que se había enamorado de la bella joven. Ésta, solicitó al dios dicha cualidad antes de entregarle su amor. Una vez que Casandra comprobó que era capaz de adivinar el porvenir, renegó de su amor por Apolo, que en su cólera maldijo a la muchacha, así podría adivinar los sucesos futuros, pero nadie creería ninguna de sus predicciones.
Casandra advirtió a los troyanos de muchas desgracias, desde el principio de la guerra, la muerte de Laoconte y hasta de la maldad contenida del caballo de madera con el cual los griegos asediaron la ciudad; sin embargo todas y cada una de sus predicciones fueron descartadas y ella tomada por lunática.


Después de la caída de Troya se refugió en el templo de Atenea, allí la encontró Ajax que la hizo prisionera llevándola al campamento de los griegos. Una vez allí, cuando los trofeos de guerra fueron divididos, Casandra fue otorgada al rey Agamenón como botín de guerra, convirtiéndose en su amante y esclava. Casandra le profetizó que sería asesinado si regresaba a Grecia, pero el orgulloso rey no la creyó y se encaminó a su patria, a su llegada a Micenas, ella y Agamenón fueron asesinados por Clitemnestra.

martes, 22 de enero de 2013

El Caballo de Troya

Tras varios años de asedio por parte de los griegos, Troya seguía sin poder ser tomada. A pesar de los esfuerzos y muertes que se habían sucedido en las innumerables batallas, los griegos sólo conseguían imponerse en pequeñas escaramuzas que no les reportaban más que triunfos parciales.  Ante estos hechos se ideó una estratagema que permitiría a los helenos obtener el triunfo. Se trataba de construir un gigantesco caballo de madera en cuyo interior se encerrarían los más valerosos soldados griegos. El resto de los soldados se haría a la mar con su flota después de haber incendiado las tiendas, e irían hasta la isla de Tenedos, donde vararon sus barcos y esperaron. Esta retirada provocó que los troyanos salieran a la playa, en la creencia de la definitiva deserción de sus enemigos. Allí encontraron el gigantesco caballo y a un único griego, Sinón, que les relató sus desdichas. Éste les contó como sus compañeros intentaron convertirle en la víctima de un sacrificio para conseguir los favores de Atenea y que ésta favoreciera su viaje de regreso a sus hogares. Sin embargo, había conseguido escapar de su destino refugiándose en el caballo, consagrado a la diosa.
El relato conmovió a los troyanos que en ningún momento dudaron de la veracidad del griego, y a pesar de los ruegos de algunos adivinos para que celaran del regalo heleno, decidieron introducir el caballo dentro de las murallas de la ciudad. Una vez que llegó la noche, el bravo Sinón ascendió hasta una torre y desde allí, con una antorcha, hizo la señal que las naves de Tenedos esperaban para emprender el regreso, luego descendió hasta la plaza, donde se encontraba el caballo y golpeó sobre él, dando el aviso para que sus compatriotas salieran de él. Cuando los griegos del interior del caballo salieron abatieron a los centinelas de las puertas de la ciudad, lo que pemitió a sus compañeros entrar  sin dificultad. Así Troya fue saqueada, sus mujeres violadas o asesinadas, los hombres y niños masacrados y, finalmente, fue pasto de las llamas durante una larga guerra que duró diez años. Sólo sobrevivieron algunas mujeres, entre ellas Helena, que no tardó en volver a gozar de los favores de su esposo Menelao, y Eneas, que bajo la proteción de Afrodita (su madre) consiguió huir de la ciudad junto a su padre y su hijo.

Algunas fuentes señalan a Odiseo como el precursor de la idea para la construcción del caballo.

La historia de la guerra de Troya fue contada por pimera vez en la Iliada de Homero pero el mencionado caballo no aparece hasta la Odisea, posteriormente otros escritores ampliaron el espiodio.

Es famosa la exclamación que Laoconte, gran sacerdote de Neptuno en la ciudad de Troya, realizó al ver el caballo de madera, y que recoge el poeta latino Virgilio en la Eneida: Timeo Danaos ut dona ferentis (temo a los griegos aunque hagan regalos). 

miércoles, 2 de enero de 2013

El Monte Olimpo


El Monte Olimpo, “el Luminoso”


El Monte Olimpo pertenece a una cadena montañosa cuya cima es el pico más alto de Grecia, con 2917 m de altitud, situado entre las regiones de Tesalia y Macedonia. Forma parte de la reserva natural más importante del país, con una vegetación rica en especies endémicas, dispone de más de 1700 especies vegetales, así como una fauna muy interesante compuesta por lobos, jabalíes, chacales,etc.
Para la mitología griega “el luminoso”, como es conocido el Monte Olimpo, era el hogar de los dioses olímpicos, que son los principales dioses del panteón griego presididos por Zeus. Homero fue uno de los primeros poetas que han descrito la cumbre como un lugar de palacios maravillosos donde los dioses eran entretenidos por las musas (La Iliada Canto XI, 135). Según los griegos, los cíclopes habían construido los palacios donde moraban los dioses. La entrada al Olimpo estaba formada por nubes, cuya custodia, estaba al mando de las Horas (hijas de Zeus).
El Olimpo es el análogo espiritual del mundo superior en la cosmología chamánica, o también de "el cielo" de los cristianos.

Tras la victoria de los dioses en la Titanomaquia, estos establecieron su morada en el Monte Olimpo. Esta lucha fue entre los dioses (Zeus, Poseidón, Ares y Hades), ayudados por los Gigantes y los Hecatónquiros, contra Crono y los Titanes. Doce dioses fueron reconocidos como olímpicos y son los principales dioses del panteón griego. El concepto de doce dioses remonta su fuente a Anatolia. Los considerados siempre como dioses olímpicos son: Zeus, Hera, Atenea, Poseidón, Ares, Hermes, Hefesto, Afrodita, Apolo y Artemisa;Hestia, Démeter, Dionisio y Hades son los variables que completan la docena. Entre ellos están los dioses de la primera generación: Zeus, Hades, Hera, Hestia, Démeter y Poseidón; y los dioses de la segunda generación, que son principalmente los hijos de Zeus. El análogo en el mundo cristiano de los doce dioses olímpicos son los doce apóstoles. Fue Homero y Hesíodo quienes les dieron nombre y los elevaron a la categoría de dioses panhelénicos.

Los dioses adoptaban figuras humanas y personificaban las fuerzas del Universo. Al igual que los hombres, eran impredecibles, por eso unas veces tenían un estricto sentido de la justicia y otras eran crueles y vengativos. Pero había una diferencia infranqueable con los humanos y era la inmortalidad de los dioses. Su favor se alcanzaba por medio de los sacrificios y de piedad, pero estos procedimientos no eran siempre efectivos puesto que los dioses eran muy volubles. Formaban una sociedad jerarquizada organizada en autoridad y poderes en cuya cúspide estaba Zeus. Formaban tres grupos que controlaban el cielo (Zeus), el mar (Poseidón) y la tierra (Démeter y Hades). Eran una gran familia cuyo máximo representante era Zeus, emulando a la sociedad en la Grecia arcaica.
Durante la Segunda Guerra Mundial el Monte Olimpo fue un puesto estratégico para los británicos, aquí realizaron un intento fallido para detener a los alemanes, que invadieron Grecia en defensa de sus aliados italianos derrotados.



Los dioses olímpicos tenían su equivalente en el mundo romano:


Equivalencia de Dioses


Dioses griegos                                           Dioses romanos

Zeus --------------------------------------------------- Júpiter
Hera --------------------------------------------------- Juno
Poseidón----------------------------------------------- Neptuno
Dionisio ----------------------------------------------- Baco
Apolo -------------------------------------------------- Febe/Apolo
Artemisa ----------------------------------------------- Diana
Hermes ------------------------------------------------ Mercurio
Atenea ------------------------------------------------- Minerva
Afrodita ------------------------------------------------ Venus
Ares ---------------------------------------------------- Marte
Hefesto ------------------------------------------------ Vulcano
Démeter ----------------------------------------------- Ceres
Hades --------------------------------------------------- Plutón
Hestia --------------------------------------------------- Vesta
Asclepio ------------------------------------------------ Esculapio/Vejovis
Eros ----------------------------------------------------- Cupido
Hebe ---------------------------------------------------- Juventas
Heracles ------------------------------------------------ Hercules
Pan ------------------------------------------------------ Fauno
Perséfone ----------------------------------------------- Proserpina
Hipnos -------------------------------------------------- Somnus
Selene --------------------------------------------------- Luna/Febe
Eos ------------------------------------------------------ Aurora
Helios --------------------------------------------------- Sol
Enio ----------------------------------------------------- Belona
Eris ------------------------------------------------------ Discordia
Cloris ---------------------------------------------------- Flora
Leto ------------------------------------------------------ Latona
Tánatos -------------------------------------------------- Mors
Irene ----------------------------------------------------- Pax
Hades ---------------------------------------------------- Plutón
Crono ---------------------------------------------------- Saturno
Sileno ---------------------------------------------------- Silvano
Niké ------------------------------------------------------ Victoria
Hécate --------------------------------------------------- Trivia
Gea/Gaya ------------------------------------------------ Terra Mater
Urano ---------------------------------------------------- Caelus

En el Arte la temática mitológica fue ampliamente representada en la época clásica y más tarde retomada en el Renacimiento.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Caribdis

Horrible monstruo marino que habitaba junto con Escila (otro monstruo marino) en el estrecho de Mesina, paso entre Sicilia y la península Itálica. Vivía bajo unas rocas de la isla y tres veces al día tragaba enormes cantidades de agua, llevándose con ella barcos, marineros, peces.... Otras tantas veces la devolvía formando un veloz remolino en el que todos perecían, pues no era posible advertir su presencia porque se ocultaba detrás de una espesa niebla. Sólo el legendario héroe Odiseo consiguió sortear sus horribles fauces, en dos ocasiones.

Caribdis, no obstante, no siempre fue un monstro. En sus  orígenes fue una mujer, hija de Poseidón y de Gea, a quien Zeus castigó convirtiéndola en esa horrible y malvada figura, porque trató de robar a Heracles una parte de los rebaños de Gerión.
Históricamente, Caribdis existe, aunque no como monstruo, sino como un peligroso accidente geográfico de la costa, lugar donde se inventó esta espeluznante leyenda.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Castor y Polux

Eran dos hermanos gemelos, hijos de Leda, la esposa de Tíndaro (rey de Esparta) y hermanos de Helena y Clitemnestra. Se les llamó los Dióscuros, que en griego significa "hijo de dios", por ser hijos de Zeus.
Respecto al nacimmiento de Cástor y Pólux había  cierta confusión y diferentes versiones:

  • La versión más utilizada dice que Zeus se transformó en Cisne para poseer a Leda, pero el mismo día, ésta había sido poseida por Tíndaro. Leda puso dos huevos y de uno salieron Cástor y Clitemnestra, hijos de Tíndaro, y del otro Pólux y Helena, hijos de Zeus.
  • Otra versión afirma que Leda puso un único huevo del que salieron todos, pero Cástor, Pólux y Helena  eran hijos de Zeus, y Clitemnestra era la única hija de Tíndaro.
Cástor era famoso por su habilidad para domar caballos y cabalgarlos y Pólux, que era el inmortal, por su destreza en la lucha cuerpo a cuerpo.

Cástor y Pólux, con poco mito propio, participaron en otros mitos, como el de los argonautas, de cuya expedición formaron parte y durante el viaje Pólux mató al rey Ámico.También raptaron a la madre de Teseo tras liberar a su hermana Helena. Más tarde raptaron a las hijas de Leucipo y sus pretendientes (sobrinos de Leucipo) les dieron muerte. Zeus fue benevolente y los dejó compartir la inmortalidad de Pólux, cuando uno nace el otro desaparece, nunca se encuentran juntos. Ascendieron al firmamento convertidos en estrellas de primera magnitud, las dos estrellas de la constelación zodiacal Géminis o los Gemelos.

Se les representa como dos bellos jóvenes cubiertos con la clámide o capa militar, llevando en la cabeza un gorro redondo y con la diestra armada. Combatieron en el ejercito romano, tras su muerte se le erigió un templo en esa ciudad.


jueves, 8 de noviembre de 2012

Belerofonte

Era hijo de Poseidón y de Eurinome, hija del rey de Megara. Su nombre auténtico fue Iponoo, aunque fue más conocido como Belerofonte, famoso héroe, cuya deshonra le impregnó incluso su nombre.
Había un rey en Corinto llamado Belero que fue asesinado en circunstancias desconocidas, pero el crimen le fue imputado a Iponoo y de ahí su sobrenombre de Belerofonte, que significa "asesino de Belero". Muy  pronto se vería arrastrado por el deshonor y decidió emigrar y establecerse en el reino de Tirinto.
Los problemas, lejos de apartarse de su camino, siguieron complicando su vida. Establecido en Tirinto y gobernando Preto, casado con  Antea, ésta intentó seducir al héroe.  Belerofonte respetaba la figura del rey y no correspondió su amor. Ella para vengarse le acusó ante su marido de las tretas que ella misma había creado para conquistarle. El engañado marido, también decidió emprendder la venganza y envió a Belerofonte a cumplir una misión a Asia Menor, en concreto al palacio de Yóbates, el padre de Antea. Belerofonte con la decisión que le caracterizaba, no tuvo problema alguno en prestar su colaboración y Preto le entregó una carta, que no era otra cosa que su sentencia de muerte, ya que informaba a Yóbates que ese hombre había querido deshonrar a su hija.
El rey le recibió con la hospitalidad característica de los pueblos asiáticos y le agasajó con todo tipo de presentes durante nueve días y nueve noches, hasta que finalmente, decidió leer la misiva que le enviaba su yerno. Estupefacto con el contenido, no tuvo el valor necesario para vengarse, así que decidió acabar con su vida entregándole a la imposible tarea de matar a la Quimera, un terrible monstruo, que les hacía la vida imposible, con cabeza de león, los lomos de un dragón, la barriga de una cabra recubierta de escamas y con su aliento quemaba a quien se le acercaba.

Ante tanta injusticia, los dioses del Olimpo se volcaron en prestarle su ayuda. La diosa Afrodita le facilitó las riendas de Pegaso dotado con un freno de oro. Con su caballo, algunas armas blancas y su infinito valor se enfrentó a la terrible bestia, que tras asestarle varias cuchilladas le metió un trozo de plomo por la boca y al licuarse con el calor, el líquido le abrasó las entrañas. Le cortó la cabeza y la cola y se las entregó al rey como trofeo. Yóbates ante el odio y la admiración siguió poniéndole trampas: un enfrentamiento con los violentos sólimos, una batalla con las amazonas y una lucha sin cuartel con los seres más forzudos de su reino. Pero, todos los obstáculos fueron superados por Belerofonte consiguiendo el respeto de Yóbates, que pensó que todas estas victorias no se podían conseguir si los dioses no estuviesen de su parte. El rey en reconocimiento le entregó a su hija Filónoe y le nombró rey de Licia.

Belerofonte que tantos éxitos había cosechado, recuperado su honor guerrero y personal pecó de soberbia, ya que sirviéndose de Pegaso decidió visitar el Olimpo. Zeus le castigó mandando un tábano que picó al caballo, éste se desbocó y Belerofonte fue estrellado contra una zarza, quedándose ciego y practicamente paralizado. El caballo desbocado sigue volando hacia el cielo convirtiéndose en una constelación. Quedando así alejado de los dioses y de los humanos. Antea arrepentida por su falsa acusación y muerta de remordimiento, decidió quitarse  la vida.

A raíz de la carta que Preto envió a Yóbates pidiendo que matara a Belerofonte, las cartas que esconden un contratiempo para aquel que las lleva se llaman cartas de Belerofonte.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Atalanta e Hipómenes

 Atalanta era hija de Climene y de Yaso o Esqueneo, según las diferentes versiones que existen sobre la leyenda. De pequeña fue abandonada por su padre en las montañas porque éste quería un varón, siendo amamantada por una osa y cuidada por unos cazadores más tarde. Esto propició que se educara en un ambiente silvestre en el que las habilidades físicas eran muy importantes. Así desarrollo una gran velocidad corriendo y era muy hábil para la caza. Ambas aptitudes le permitieron huir de dos centauros que querían atraparla y violarla; y herir al jabalí de Calidón, antes que ninguna otra persona, en una cacería.
Una vez que se convirtió en una bella y ágil mujer, Atalanta decidió no casarse y mantenerse virgen para consagrarse a la diosa de la cacería, Artemisa, a quién emulaba con sus acciones. Por ello, Atalanta vivía en el bosque cazando y llegó a ser una de las cazadoras más renombradas de la antigüedad.
Además de estar consagrada a Artemisa, lo que implicaba que debía mantenerse virgen, le predijo un oráculo que el día en que se casara, iba a ser convertida en animal. No obstante, decidió que aquel joven que le ganara en una carrera, se quedaría con su mano.  Atalanta había prometido que todo aquel que corriese y no ganase moriría, muchos jóvenes murieron por aquella causa. Pero, un joven ingenioso, Hipómenes, descendiente de Poseidón, muy interesado en desposarla, ideó una estrategia para vencer. Ayudado por Afrodita, que apoyaba su causa, logró tres manzanas de oro del Jardín de las Hespérides. Cuando inició la carrera con Atalanta, cada vez que ésta le sacaba ventaja, él le arrojaba una de las manzanas y, mientras ella paraba para recogerla y admirar su belleza, el joven lograba adelantarla. Habiendo llevado a cabo esta estratagema tres veces, Hipómenes consiguió ganar la carrera. Así la mano de la joven tuvo que ser para él, quien, en todo caso, se entregó encantada, porque le había encandilado la gran inteligencia de Hipómenes.
La pareja muy enamorada vivió feliz durante un tiempo, compartiendo sus cacerías y hazañas. En una de estas persecuciones, los esposos entraron en uno de los santuarios de Cibeles, y enamorado como estaban se detuvieron y gozaron de su amor. Cibeles montó en cólera por el sacrilegio y transformó a la pareja en dos leones. Al convertirlos en leones, Cibeles estaba no sólo quitándoles su condición humana sino condenándoles a una vida separada. Además de transformarlos en leones, los condenó a tirar de su propio carro, aparecen representados en la famosa estatua de esta diosa en Madrid.





jueves, 11 de octubre de 2012

Bato

Era un pastor que trabajaba en los bosques del rey Neleo. Cuando Hermes, siendo joven, robó el rebaño de Apolo, Bato fue el único testigo de tal suceso. Debido a ello, Hermes, temeroso de que le denunciase le ofreció un ternero a cambio de su silencio, y Bato aceptó gustoso el trato.
Sin embargo, Hermes, que era sumamente cuidadoso y muy prudente, sospechó que el pastor no le sería muy fiel, así que adoptó otra forma humana y se acercó a Bato ofreciéndole un buey y un vestido completo a cambio de que le indicase lo sucedido y el lugar exacto donde Hermes había escondido los rebaños. Bato no tardó en contarlo todo. Hermes, sumamente indignado por lo ocurrido, lo convirtió en piedra de toque, indiscreta como Bato y que no sabe ocultar nada porque pone de manifiesto la naturaleza de los metales al frotarlos con su superficie.