El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes

El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes
El Olimpo: Batalla entre dioses y gigantes

jueves, 28 de enero de 2016

Clitia

Era una ninfa o náyade del agua, hija de Océano y Tetis, que se enamoró de Apolo, dios del Sol. Todos los días, cuando éste salía con su carro dorado, ella le seguía con la mirada en cualquier punto del cielo en el que se encontrase.
El dios no estaba interesado en ella, pero piadoso del dolor que ésta debía padecer, decidió convertirla en flor para evitarle mayores sufrimientos. Sin embargo, la flor, al igual que hiciera la joven mujer que antes había sido, siguió dirigiéndose hacia el astro rey. Esa flor se llamó girasol.

Según nos relata Ovidio en el Libro IV de su Metamorfosis, la joven ninfa se moría de celos por Leucótoe, preferida de Apolo y movida por la ira y la venganza, contó al padre de su rival la existencia de unos amores furtivos con el dios. Esto supuso la inmediata condena a muerte de Leucótoe. Pero esta vileza de Clitia tampoco quedó sin castigo.

...." Mas a Clitie, aunque el amor excusar su dolor,
y su delación el dolor podía, no más veces el autor de la luz
acudió y de Venus la moderación a sí mismo se hizo en ella.
Se consumió desde aquello, demencialmente de sus amores haciendo uso,
sin soportar ella a las ninfas, y bajo Júpiter noche y día 260
se sentó en el suelo desnuda, desnudos, despeinada, sus cabellos,
y durante nueve luces sin probar agua ni alimento,
con mero rocío y las lagrimas suyas sus ayunos cebó
y no se movió del suelo; sólo contemplaba del dios
el rostro al pasar y los semblantes suyos giraba él. 265
Sus miembros, cuentan, se prendieron al suelo, y una lívida palidez
vertió parte de su color a las exangües hierbas;
tiene en parte un rubor, y su cara una flor muy semejante a la violeta cubre.
Ella, aunque por una raíz está retenida, al Sol
se vuelve suyo y mutada conserva su amor". 270




jueves, 14 de enero de 2016

Dafne

Era una ninfa, hija, según las diferentes versiones de Ladón, Peneo o Tiresias. Su madre fue Gea, la Tierra. Dafne, cuyo nombre en griego significa "laurel", era una cazadora consagrada a Ártemis y por lo tanto, rechazaba cualquier tipo de amor masculino y no quería casarse.

Cuando Apolo venció a la serpiente Pitón, se enorgulleció enormemente por su hazaña y empezó a pavonearse entre los dioses, especialmente con Eros, dios del Amor, a quien decidió darle una lección. Eros disparó una de sus flechas de punta de oro (las que infundían amor) contra Apolo y otra de punta de plomo (que infundía desdén y odio) contra Dafne, cerciorándose así que ésta le rechazaría sin piedad. A Apolo tras el lanzamiento de Eros, le sobrevino una violenta pasión por Dafne y comenzó a perseguirla sin compasión. Ésta corrió y corrió huyendo de él, pero llegó un momento en que desfallecía de cansancio, pidió ayuda a su padre, quien justo en el momento en que Apolo logró abrazarla, convirtió a la ninfa en un árbol de laurel.

Otra versión afirma que Dafne pidió ayuda a Gea, la Tierra, quién se abrió en el lugar donde ella  se encontraba, la  recogió y puso en su lugar un árbol de laurel.
Desde entonces Ápolo quedó prendado de este árbol, lo adoptó como símbolo suyo y cortando algunas ramas se hizo una corona de laurel, convirtiendo desde entonces ese objeto en recompensa de poetas, artistas y guerreros. Otra leyenda habla de un tal Leucipo, hijo de Enómao, que también se enamoró de Dafne y se disfrazó de mujer para participar en sus juegos y divertimentos junto a todas sus amigas. Fue descubierto por Apolo, quien provocó su muerte a manos de esas mujeres que se entretenían con Dafne.

Ovidio relata este mito entre Apolo y Dafne en el poema Las Metamorfosis.







miércoles, 11 de noviembre de 2015

Calisto

Calisto fue una ninfa, hija de Liacón, que pertenecía al cortejo de Artemisa y con la que ésta tenía una especial relación.  Como todas las ninfas pertenecientes al cortejo de la diosa, había hecho el obligatorio voto de castidad. Un día Zeus intentó seducirla y para ello adoptó la figura de Artemisa, con lo que la ninfa, engañada, se entregó a Zeus, puesto que confiaba en su diosa. Juntos tuvieron un hijo llamado Arcas, Hera, enormemente celosa y enojada por la infidelidd de su esposo, castigó a Calisto convirtiéndola en osa, y poco después Artemisa le dio caza, provocándole la muerte en castigo por haber roto su virginidad.
Zeus decidió transformarla en constelación junto con su hijo: la Osa mayor y la Osa menor. Pero Hera, aún dolida por lo ocurrido, rogó a Poseidón que no permitiera que las dos constelaciones reposaran en el mar, y, por eso, en el hemisferio Norte, nunca se ven pasar el horizonte.


martes, 20 de octubre de 2015

Pasifae

Hija del dios Helios y la ninfa Perseis, y casada con el rey de Creta, Minos, cuya descendencia fueron Androge, Deucalión, Glauco, Catreo, Acalis, Ariadna y Fedra. Era una hermosa mujer que tenía un defecto, estaba locamente enamorada de un toro, consagrado a Poseidón, y que era considerado un animal sagrado en Creta.
El origen de tal amor estaba en un conjuro provocado por Afrodita a esta reina, a petición de Poseidón, pues Minos se había negado a inmolar como sacrificio, dicho toro, al dios del  mar.
Pasifae solicitó a Dédalo su ayuda para unirse a él y éste moldeó una vaca de madera donde Pasifae  pudo ocultarse para consumar su unión con el semental, naciendo un horrible monstruo, el Minotauro.


Patroclo

Caudillo griego en la guerra de Troya y amigo del alma de Aquiles. Durante el décimo año de la guerra, Aquiles retiró sus tropas, Los Mirmidones, porque discutió con Agamenón, el comandante de las fuerzas griegas. Sin Aquiles los griegos perdieron muchos hombres contra los troyanos. Finalmente como los troyanos llegan a quemar los barcos griegos, Patroclo persuadió a Aquiles para que lo dejara dirigir a Los Mirmidones y así rescatar a los griegos que habían sido hechos prisioneros. Vestido con armadura  de Aquiles, Patroclo hizo retirar a los troyanos hasta las murallas de su ciudad.

Héctor, en uno de los muchos combates que se desarrollaban a las puertas de la ciudad, consiguió herir de muerte a Patroclo, y éste, ya moribundo, le profetizó su muerte a manos de Aquiles.

Tras la muerte de Patroclo, Aquiles cayó en una profunda tristeza y decidió volver al combate para poder vengar la muerte de su amigo.

Níobe

Hija de Tántalo y la reina de Tebas. Su esposo el rey Anfión, era hijo de Zeus y estaba reconocido como un gran músico. Níobe tuvo la fortuna de tener seis hijos y seis hijas, todos ellos dotados de una hermosura y gracia excepcionales. Este hecho la llenaba de alegría y colmaba su felicidad.
Sin embargo Níobe, aunque feliz, también era tremendamente arrogante, cualidad que había aprendido de su padre. Así se jactaba siempre de las proezas de sus hijos, pero un dia llegó demasiado lejos al burlarse de la diosa Leto y considerarse superior a ella, puesto que ésta tenía sólo dos hijos, mientras ella tenía doce. La diosa escuchó sus palabras en el Monte Olimpo y decidió castigarla, por lo que solicitó la ayuda de sus amorosos hijos, los dioses Apolo y Ártemis, que dispararon sus flechas contra los hijos de Níobe, matándolos a todos. La apesadumbrada Níobe fue convertida en una piedra, la cual siempre estaba mojada por sus lágrimas.

La leyenda de Níobe parece estar inspirada en acontecimientos reales. Durante el reinado de su marido Anfión se desencadenó una peste que asoló la ciudad de Tebas; la familia real sucumbió a causa de la epidemia, excepto Níobe, que vio expirar a todos sus hijos. Esta tragedia la sumió en tal estado de desesperación, que durante días y días permaneció inmóvil, llorando como una roca azotada por el oleaje.
Este mito ha sido utilizado como tema literario desde la Antigüedad como tópico referente al desconsuelo ante la pérdida de los hijos.









jueves, 11 de junio de 2015

Las Nereidas

Eran las cincuenta hijas de Nereo y de Doris, hija de Océano, consideradas las ninfas del mar. Aunque vivían en el fondo, subían a la superficie para ayudar a los navegantes, entre los más destacados están los Argonautas, a los que acompañaron montadas en unos animales marinos similares a los delfines. Para ser honrados con su ayuda se les ofecían bosques sagrados, altares en las orillas de mares y acantilados, e incluso leche, aceite y miel. Representaban todo aquello que hubiese de hermoso en el mar.

Las más importantes fueron Tetis, mujer de Peleo y madre de Aquiles; Galatea, amante de Acis y que enamoró al cíclope Polifemo, y Anfitrite, mujer del fabuloso Poseidón. Otras nereidas importantes fueron Casiopea, madre de Andrómeda; Calipso, reina de Ogigia; Clicia; Aretusa; Cimotoe; Pánope; Espio; Cimoe y Clímene.

Eran representadas como joviales muchachas desnudas portando a veces coronas de coral, el tridente de Poseidón o pequeños peces de colores, que viajaban cabalgando en caballitos de mar o en delfines. En alguna ocasión se las representó con cola de pez.


" De aquí y allá peñas descomunales y escollos gemelos
contra el sielo amenazan, bajo cuyo pico anchamente
a resguardo está en silencio la mar; además un decorado de bosques cimbreantes
hay por encima, y negra arboleda se cierne con sombra espantable.
Bajo el frente del fondo, una cueva de escollos colgantes,
dentro dulces aguas y asientos de roca viva,
morada de ninfas. Aquí a las naves cansadas maroma
ninguna retiene, no las amarra el ancla con su corva mordida."

La Eneida de Virgilio, libro I versos 162-169.


viernes, 15 de mayo de 2015

Minos

Era hijo de Zeus y Europa, entre sus hermanos estaban Radamanto y Sarpedón. Desde la ciudad de Cnosos, en la isla de Creta, colonizó multitud de islas del mar Egeo, creando una próspera civilización. Poseidón le envió un toro blanco para que fuera sacrificado en su nombre, pero Minos se negó a realizar tal acto y entonces, por deseo del dios del Mar, la desgracia se cernió sobre su familia: su mujer, Pasifae, se enamoró de dicho toro; sus hijas Fedra y Ariadna sufrieron terribles males de amor; y otro de sus hijos, Androgeo, murió prematuramente. De los amores de Pasifae y el toro enviado por Poseidón a Minos, nació el Minotauro, monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro.
Gracias a su enorme potencia militar consiguió de Atenas la promesa de enviarle cada cierto tiempo siete mancebos y siete vírgenes para dar de comer al horrible Minotauro, lo que provocó su enfrentamiento y derrota frente a Teseo. También encerró a Dédalo y a su hijo en una isla, y cuando éstos huyeron, Minos lleno de ira emprendió la persecución de tales personajes. Halló a Dédalo en los reinos de Cocalo y dispuso una enorme flota frente a sus costas amenazando con la guerra si no se lo entregaban.
Entonces, Cócalo ideó una estratagema para vencerle, le invitó con grandes honores a sus posesiones y poco después le llevaron a una sala de baños de vapor, donde los esclavos de Cócalo le retuvieron durante tanto tiempo que se asfixió completamente. Otra versión afirma  que Minos iba planteando en todos los lugares por los que pasaba un acertijo que sabía que sólo Dédalo resolvería. Consistía en averiguar cómo enrollar un hilo a través de una concha de caracol. Cócalo pudo resolverlo con la ayuda de Dédalo, quién ató una fina hebra a la pata de una hormiga e hizo que esta se moviera hasta el final de la concha. Debido al éxito de Cócalo en este enigma, Minos pudo saber que Dédalo se encontraba allí y se preparó para apresarlo, pero las hijas de Cócalo no querían desprenderse de su especial compañía e idearon un plan para  matar al rey Minos, mientras se bañaba gracias a un instrumento creado por el propio Dédalo virtieron sobre él agua hirviendo.
Tras su muerte pasó a ser uno de los tres jueces que sentencian a los muertos en el Hades, junto a Eaco y Radamantis.

En las representaciones artísticas aparece con barba y pelo rizado recogido con una diadema, altivo y solemne como las representaciones de su padre Zeus.




La Odisea canto XIX, 178: " En medio del vinoso Ponto, rodeado del mar, hay una tierra hermosa y fértil, Creta; y en ella muchos innumerables hombres, y noventa ciudades, Allí se oyen mezcladas varias lenguas, pues viven en aquel pais los aqueos, los magnánimos cretenses indígenas, los cidones, los dorios, que estan divididos en tres tribus, y los divinos pelasgos. Entre las ciudades se halla Cnosos, gran población, en la cual reinó por espacio de nueve años Minos que conversaba con el gran Zeus y fue padre de mi padre, del magnánimo Deucalión."

miércoles, 18 de marzo de 2015

Narciso

Era un joven muy bello, hijo del río Céfiso y de la ninfa Liríope. Debido a su gran belleza todas las personas que le rodeaban, incluidos muchachos, se enamoraban de él, pero Narciso rechazaba a todos con idéntico desdén. Una de las mujeres que sufrió su abandono fue la ninfa Eco, quien se consumió en unas rocas intentando consolar su sufrimiento.
A causa de los males que Narciso había provocado a Éco, la diosa de la Venganza divina, Némesis, castigó a Narciso haciendo que se enamorara de sí mismo. Un día que se acercó a un río a beber, a través de su propia imagen reflejada en las aguas se quedó fascinado. Pasó mucho tiempo en esta posición, y sujeto por su pasión, terminó tirándose a las aguas, muriendo ahogado. Donde su cuerpo cayó creció una bonita flor que hizo honor a su nombre y a su belleza.
En psicoanálisis, el mito de Narciso se recoge con el término narcisismo, o amor morboso del individuo hacia sí mismo.




domingo, 1 de febrero de 2015

Mirra

Era una bella joven hija de Tías o Cíniras. Su padre, o tal vez ella, se habían jactado de su hermosura,defendiendo que era mayor que la de la propia Afrodita, diosa de la Belleza. Enojada ésta por tales afirmaciones, provocó en el corazón de Mirra un amor loco por su padre, y logró que Mirra,ayudada por su criada que había emborrachado a su padre, se uniera a él carnalmente durante once noches.En la duodécima cita Tías descubrió el engaño y que su hija estaba embaraza y trató de matar a Mirra pero no lo consiguió a causa de su estado ebrio. Ésta, consiguió huir pero temiendo aún el peligro de la persecución de su padre, pidió ayuda a los dioses, que la convirtieron en el árbol de la mirra. Al cabo de diez meses desde que esa conversación ocurriera, un jabalí golpeó el árbol y, abriéndose su tronco nació Adonis, de quien se ocupó Afrodita.







jueves, 22 de enero de 2015

Midas

Midas era un rey de Frigia que contaba en su poder con innumerables tesoros y riquezas. A pesar de ello era ambicioso y codicioso y siempre estaba deseando más y más bienes materiales.
Un dia se encontró a Sileno (sátiro que crió a Dionisio) borracho y perdido en un bosque y  después de agasajarlo con guirnaldas de flores y exquisitos platos culinarios, le acompañó a la comitiva de Dionisio. El dios encantado con la amabilidad de Midas le premió con lo que el rey más deseara, y éste no dudó en solicitar la cualidad de convertir en oro todo lo que tocase. Ansioso por comprobar si su nuevo poder funcionaba realmente, fue rozando las ramitas del bosque, y éstas se convirtieron en oro y cogió piedras del camino, que también se transformaron en pepitas de oro. En su viaje, sus sirvientes fueron recopilando todo aquello que transformaba en oro, pero pronto esta tarea se hizo muy pesada; el caballo que transportaba a Midas se convirtió en una pesada estatua de metal y la cama donde  dormía adquirió el mismo carácter. El rey, no obstante, siguió igual de feliz que siempre.
Al llegar a palacio pidió una suculenta comida y de nuevo quedó encantado al ver que todos los cuencos y copas se convertían en oro, aunque menos regocijo le produjo que lo que intentaba comer dejase de ser alimento  al contacto con sus labios. Tampoco podía beber, pues el agua era hielo, muy valioso pero hielo, y el vino oro líquido.
Pronto la presencia de tanto dorado en su casa dejó de resultarle gratificante. Ver como sus hijos se transformaron en oro al abrazarlos le produjo un gran tormento, y decidió tratar de acabar con su mágica capacidad. Midas fue a visitar a Dionisio, rogándole seriamente que le retirase el poder que antaño le había concedido, el dios criticó el alocado sentir del rey pero de nuevo le concedió el deseo, indicándole que para liberarse del hechizo debía bañarse en las limpias aguas de la fuente de Pactolo.
Midas se dirigió hacia alli recorriendo un largo camino por el que dejó sus huellas doradas. Al llegar a la fuente de heladas aguas, el monarca zambulló todo su cuerpo y el hechizo desapareció. Midas pudo comer y beber y disfrutar de una vida jovial y sencilla como cualquier mortal.

Demasiada había sido la bondad y suerte que Midas había obtenido de Dionisio, y para compensarla, pronto le ocurriría algo que trocaría su afortunado destino. Un día Midas se encontró en un bosque a Pan y Apolo, que discutían sobre qué instrumento era más agradable al oído, si la flauta de caña de Pan o el laud de Apolo. Decidieron que Midas sería el juez en tan melodiosa disputa. Midas que era un poco duro de oído, decidió que Pan emitía la música más suave, y Apolo le castigó dotándole de unas enormes orejas de burro, que Midas pudo ver reflejándose en cada lago que encontraba. En su camino se escondía de los demás, avergonzado de su aspecto. Para esconder sus orejas, empleaba un largo turbante, no sabiendo nadie más que su barbero lo que dicho turbante ocultaba.
El barbero de Midas sabía que no podía contar el secreto, o la ira del rey se descargaría sobre él en forma de muerte, tal y como Midas le había amenazado, pero no pudiendo resistir la tentación, cavó un hoyo en la tierra donde nadie podía oirle y susurró: "Midas tiene orejas de burro". En el hoyo nació pronto una mata de cañas que cuando el viento las movía susuraban: "Midas tiene orejas de burro"

jueves, 9 de octubre de 2014

Medea

Era una hechicera, hija de Eetes, rey de la Cólquide y de la ninfa Idia. Era también familia de la maga Circe de la que aprendió muchos de los trucos que conocía.

Cuando Jasón acudió con los argonautas en busca del vellocino de oro, una flecha lanzada por Eros hizo que Medea se enamorara perdidamente de heroico viajero y le prometió ayudarle a conseguir sus propósitos si se casaba con ella y se la llevaba a Grecia. Jasón aceptó y Medea colaboró con él para lograr el vellocino de oro traicionando a su familia. Después, se casaron y llegaron a la tierra natal de Yolco, donde se realizaron festines para conmemorar la llegada del héroe. El rey Pelias se negó a entregarle el trono usurpado a su hermano, a pesar de que habían traído el vellocino. Medea conspiró para que sus propias hijas acabasen con él. Les demostró que podía rejuvenecer a un anciano cortando la garganta de un carnero, sumergiéndolo en un caldero con una pócima preparada por ella. pero cuando las hijas de Pelias hicieron lo mismo con su padre, éste no sobrevivió. Por lo que, Medea y Jasón fueron expulsados de Yolco y partieron hacia Corinto. Según otra  versión, Pelias mató a Esón, obligándole a suicidarse bebiendo sangre de un toro envenenado, y Jasón solicitó la ayuda de Medea para vengarse.

Sea como fuere, se trasladaron a Corinto y allí vivieron felices hasta que Jasón rechazó a Medea para casarse con la hija del rey de Corinto. Medea embriagada por la ira se vengó de Jasón y de la familia real. Envió un vestido a la princesa, y cuando ésta se lo probó se incendió todo el traje, ella misma, su padre y todo el palacio. Los hijos que Medea tuvo con Jasón fueron lapidados por los corintios, según unas versiones o sacrificados para Hera por Medea según otras.

La hechicera se trasladó volando a Atenas en un carro que le había proporcionado Helios, allí se casó con  el rey Egeo con quién tuvo un hijo, y cuando el héroe Teseo, hijo secreto de Egeo llegó a la ciudad, Medea trató de matarlo para no perder su poder. Tras descubrirse los maléficos planes de la reina hechicera, tuvo que huir hacia Asia, donde se reconcilió con su familia por haberse ido con Jasón.

Popularmente, las hechiceras de más renombre en Grecia procedían de Tesalia y, según la tradición, habían recibido de Medea sus conocimientos mágicos.
Los antiguos griegos creían que las magas o hechiceras tenían poderes sobre el cielo, la tierra y el infierno, así ni siquiera dioses como Zeus o Poseidón eran obedecidos ante el encantamiento de una de ellas. Para sus sortilegios, utilizaban plantas venenosas, huevos de mochuelo, sangre de sapo, los huesos de los muertos e incluso el tuétano de los niños. Con estos ingredientes en sus filtros, eran capaces de inspirar amor u odio, rejuvenecer o envejecer, resucitar o quitar la vida.
Némesis, Proserpina y Hécate eran de las diosas que practicaban las actividades mágicas.



miércoles, 10 de septiembre de 2014

La isla de Leúcade

Leúcade es una isla que se halla en el mar Jónico, cerca de Corfú. Es famosa porque posee un alto promontorio desde el cual se tiraban al mar los amantes heridos que querían olvidar sus penas y curar su pasión.
Afrodita, que no sabía como olvidar a Adonis, se lanzó desde este pormontorio por consejo de Apolo y quedó muy sorprendida al observar como salía de las aguas sin daño alguno. Este hecho se hizo enormemente famoso y fueron muchos los que se dirigían al lugar para olvidar sus penas de amor.
La preparación consistía en una serie de ofrendas religiosas y actos de fe, y todos los participantes se mostraban convencidos de que no sufrirían ningún percance gracias a la ayuda del dios Apolo. Sin embargo, con el paso del tiempo la costumbre cayó en desuso debido a lo preligroso de tal acción y los sacerdotes del lugar idearon un sistema que con barcas los recogían del agua. Pero, pasado más tiempo aún, también hubo muchas personas que se negaron a saltar de este modo y desde entonces el lanzamiento se sustituyó por tirar al mar un cofre lleno de plata, lo que resultaba igual de efectivo siempre que los participantes pasaran antes por todos los rituales.

La costumbre (totalmente verídica) de tirarse por el acantilado fue ejecutada por decenas de personas. No se conoce ninguna mujer que sobreviviera y entre los hombres, pocos lo consiguieron, entre ellos el poeta Nicóstrato.

martes, 26 de agosto de 2014

Película de Jason y los Argonautas


Jason

Era hjo de Esón, rey de Yolcos, en la región de Tesalia, nieto de Eolo. Según las distintas versiones su madre podría ser Alcimeda o Polímede. Esón había sido derrocado por su hermanastro Pelias y, ante tal traición, un oráculo había predicho a éste que uno de sus sobrinos lo mataría o derrocaría. Nada más nacer Jasón, y temiendo su madre la ira de Pelias, dijo que el niño había enfermado y luego anunció su muerte. Se celebraron unos funerales con mucha pompa y dramatismo para darle una mayor credibilidad a tal hecho. Jasón, en realidad, estaba totalmente sano, y estaba siendo criado por el centauro Quirón, que le enseñó artes como la astronomía o la medicina. Cuando Jasón cuplió veinte años, abandonó a su maestro y un oráculo le indicó que debía ir a Yolcos, semidesnudo con pieles de leopardo, el pie descalzo y dos lanzas. Al llegar a su ciudad natal, causó gran expectación y asombro y pudo hacerse oir. Anunció  que era el hijo de Eson y que quería recuperar su trono. Entonces Pelias, que temía tanto al joven como a un pueblo insatisfecho, ideó una estratagema para solucionar el problema que se le planteaba. Llamó a Jasón y le dijo que había tenido un sueño en el que un oráculo le decía que debía restablecer el honor de Frixo, un antepasado asesinado en la Colquide, trayendo sus cenizas a su tierra. Además, le dijo que en aquel lugar, Frixo también había dejado un vellocino de oro que le colmaría de riquezas. Después le prometió que si hacía todo esto le restablecería en el trono.
Jasón era un joven fuerte y aguerrido y no dudó en acometer tal empresa, entonces reunió a un grupo de acompañantes, los argonautas y emprendió la búsqueda del vellocino de oro. Para realizar tan notable hazaña y por consejo de Atenea, mandó construir una nave llamada "Argos", que sirvió de medio de transporte para Jasón y los argonautas en su búsqueda.
Durante sus múltiples hazañas conoció a Medea, hija del rey de la Cólquide, que guardaba el vellocino, quien le ayudó a lograr el éxito.
Cuando concluyó la búsqueda y recuperación del vellocino de oro, Jasón y Medea regresaron a Yolco con la misión cumplida. A partir de aquí existen múltiples versiones sobre lo ocurrido. En unas, Jasón logra el trono y en otras, simplemente se queda a vivir allí. Además Medea fue la que mató a Pelias, unas leyendas dicen que con el consentimiento de Jasón, y otras que sin él. Jasón y Medea tuvieron varios hijos, no hay acuerdo exacto en cuales fueron, y entre ellos se incluyen a Medeo, Eriopis, Feres, Mérmero, Tésalo, Alcimenes y Tisandro. Tiempo después se fueron a Corinto, lo que pudo deberse a un simple capricho o a su expulsión de Yolco por la muerte de Pelias. Allí fueron felices durante muchos años, pero el rey de Corinto, Creonte, quiso unir su estirpe a la de Jasón y le ofreció la mano de su hija Glauce, o Creúsa. Jasón aceptó sin dudarlo y rechazó a Medea, que tuvo que exiliarse. Sin embargo, antes de que esto ocurriera pudo preparar su venganza, que consumó con el asesinato de toda la corte real.
Tiempo después, y estando ya Jasón solo, se unió con Peleo para derrocar a los reyes de Yolco, Acasto y Astidamia, lo que logró de forma cruel. En cualquier caso, Jasón fue rey de Yolco hasta el final de sus días.

jueves, 24 de abril de 2014

Leto

Hija de Ceo y de Febe fue una joven diosa de la primera generación. Mantuvo un escarceo amoroso con Zeus quedándose embarazada del dios. Hera, su celosa mujer, prohibió a Leto dar a luz en cualquier lugar donde brillase el sol, viendose  obligada a vagar por el mundo en busca de un lugar en el que poder alumbrar. Siempre atentamente vigilada por la propia Hera, y también por Iris y Ares.
Para poder escapar más facilmente, Zeus la había convertido en codorniz, pero a pesar de esta discreta forma, no pudo liberarse de sus perseguidores. Finalmente, llegó a una isla errante llamada Ortigia, pero que desde entonces cambió su nombre por el de Delos, la brillante, donde Poseidón para despistar a Hera, construyó una enorme bóveda que permitiría a Leto dar a luz a sus hijos. Todos los dioses salvo Hera, asistieron al parto, incluida Ilitía, diosa de los alumbramientos, que no quería colaborar, pero que finalmente aceptó a cambio de importantes regalos. Leto dio a luz a dos gemelos, que luego se convertirían en importantes dioses olímpicos. Primero nació Artemisa, ayudando ella misma al nacimiento de su hermano Apolo, aistiendo así a los horrores del parto, lo que le hizo convertirse en una diosa virgen que despreciaba los amores masculinos.
Leto siempre fue protegida por sus hijos. Apolo mató a la serpiente Pitón cuando supo que había amenazado de muerte a su madre y al gigante Ticio, que pretendió violarla, instigado por Hera. Junto a su hermana Ártemis atacaron a Níobe y a sus hijos porque habían humillado publicamente a su madre.
Un día que Leto, en su constante huida de Hera que le prometió odio eterno, llegó exhausta a la isla de Licia, pidió socorro a unos campesinos que descansaban cerca de una laguna, solicitándoles un poco de agua. Éstos se negaron a entregársela, dominados por Hera, e incluso, se atrevieron a enturbiarla. Entonces, Zeus acudió presto al lugar, ayudó a Leto, y convirtió a los malvados campesinos en ranas, animales que tienen en el barro su modo de vida.


Ícaro y Dédalo

Dédalo era, según las tradiciones atenienses, hijo de Alcipe, que a su vez, era hija de  Crecops. La paternidad de Dédalo es más confusa y se atribuye a Eupálamo, a Palamaón o a Metión.
Dédalo era un magnífico escultor y arquitecto, protagonizando por estas virtudes diferentes leyendas de relevancia. Su sobrino Talos trabajó con él como discípulo, pero pronto resultó incluso más inteligente que el propio Dédalo, lo que demostró al inventar la sierra, una herramienta muy útil para sus labores, inspirándose en las espinas de los peces. Dédalo tenía mucha envidia de tal invento y lanzó a su sobrino desde lo alto de un tejado en la Acrópolis, provocándole la muerte. El tribunal del Aerópago le juzgó y lo expulsó de la ciudad, marchándose a Creta.

 En el reino de Minos encontró una gran acogida y allí realizó diferentes trabajos de importancia. Destacó por ejemplo, por la construcción de Talos, una enorme estatua de bronce, símbolo de la defensa militar de la ciudad. Esculpió una vaca para el Minotauro, construyó una amplia pista de baile para Ariadna, y por petición del rey, construyó un enorme y complejo laberinto en la ciudad donde fue encerrado el Minotauro, una horrible bestia. Estaba formado por multitud de pasillos de los que era imposible hallar la salida y que, como únicos signos distintivos, tenía un tablado en la entrada para los coros de danzantes que participaban en las diferentes consagraciones al Minotauro. La salida sólo era conocida por Dédalo y por Ariadna, hija de Minos, a quien el constructor le había transmitido el secreto. Cuando el joven Teseo llegó a la ciudad para matar al Minotauro, Ariadna le ayudó a salir del laberinto gracias a los conocimientos aprendidos de Dédalo. Minos, para que Dédalo no revelara a nadie como salir del laberinto  lo encerró en él junto con su hijo Ícaro. Quedaron allí presos durante mucho tiempo hasta que Dédalo pudo por fin hallar, gracias a su enorme inteligencia, una forma de liberarse de su cautiverio. Solicitó a sus carceleros plumas y cera, con la excusa de querer hacerle un regalo al soberano Minos y con todo esto creó unas alas para su hijo y para él. Tras probarlas, comprobó que servían sin problemas para volar y se las colocó a su hijo, advirtiéndole muy seriamente que no se acercase mucho al sol, porque la cera se fundiría y caería muerto, pero tampoco al mar, porque la sal endurecería la cera y la haría demasiado pesada para sus pocas fuerzas.
Emprendieron el vuelo, y se mantuvieron siempre en una posición adecuada para sus necesidades pero cuando Ícaro se confió empezó a subir en altura, admirado de todo cuanto le rodeaba, y se acercó tanto al sol que  se desprendieron sus sujeciones, al derretirse la cera, las plumas se separaron cayendo Ícaro hacia el mar. Cuando Dédalo pudo oir sus gritos de espanto ya era tarde, e Ícaro había muerto, dando nombre a esa tierra como Icaria.



Según una leyenda el propio Heracles se encargó de darle sepultura en la isla Doliquea. Dédalo, por su parte, llegó a Cumas, Italia, sin problemas y allí levantó un templo en honor de Apolo. Desde allí se fue a Sicilia, donde reinaba Cócalo, que le dio protección frente a Minos, que no luchaba más que por apresar al fugitivo, si bien no tuvo suerte y halló la muerte en tal empresa. Junto a Cócalo, Dédalo siguió dedicándose a la construcción, haciéndose cargo de un embalse en el río Alabón, unos baños en Selinunte, una fortaleza en Agrigento y una terraza para el templo de Afrodita en el monte Érix.

En psicología, Ícaro simboliza al hombre que intenta huir de su neurosis (laberinto) a través de medios utópicos, que a veces se disfrazan con medios tecnológicos, como las alas de cera (fármacos).

jueves, 20 de marzo de 2014

Jacinto

Era un bello espartano, hijo de Amiclas, pero su importancia reside por ser el amigo íntimo de Apolo, quien le había prometido enseñarle a tocar el laúd y tirar el arco, como método para verle más a menudo pues le apreciaba mucho.
Céfiro, dios del viento del Oeste, también sentía gran estima por Jacinto pero no era nunca correspondido mientras que Apolo sí recibía continuas muestras de afecto y cariño por parte de Jacinto. Céfiro atormentado por los celos, decidió dar muerte a Jacinto y un dia que jugaban al disco, desvió  el disco golpenado la sien del joven con tal violencia que logró su objetivo. Apolo intentó salvarlo con las plantas de mayor capacidad curativa pero fue inútil y Jacinto murió convirtiéndose en una flor, pero no en el jacinto, sino en el lirio o en la espuela.
Otras leyendas afirman también que la muerte se debió a un disco pero lanzado accidentalemnte por Apolo. Por otra parte, a menudo se ha considerado que la relación entre los personajes implicados en este mito no eran de amistad sino de amor y deseo.

Hipólito

Su padre fue el héroe Teseo, y su madre dependiendo de las versines existentes: Hipólita, reina de las Amazonas, Antíope o Melanipa. Su padre se  casó con Fedra, con quien tuvo dos hijos, tras lo cual Hipolito fue enviado a la región de Trecén donde le acogió hospitalariamente el rey Piteo que le nombró su heredero.
Al joven le gustaba mucho la caza y la vida en naturaleza por lo que siempre estaba realizando ofrendas a Artemisa y depreciaba los amores femeninos, lo que enfadó a Afrodita. Entonces para vengarse, Afrodita promovió en Fedra un apasionado amor por su hijastro Hipólito, de lo que éste tuvo conocimiento en una carta que ella le envió. Cuando Hipólito la rechazó, Fedra, perdida por el amor que sentía, se ahorcó, no sin antes dejar escrita una nota para su marido en la que acusaba a Hipólito de querer seducirla. Cuando Teseo descubrió lo sucedido pidió a Poseidón que diera muerte a su hijo.
Un día, que Hipólito iba camino de su hogar en su carro de caballos por las costas de Trecén, un horrible monstruo emergió de las aguas, asustando a los caballos, que desbocados, terminaron lanzando el carro de Hipólito y a éste hacia unos peñascos. Ocurrida tal desgracia, Ártemis enojada por todo lo sucedido, buscó a Teseo, diciéndole la verdad de todo lo sucedido, y éste aún tuvo tiempo de encontrarse con su hijo, a punto de expirar, y pedirle perdón. Artemisa, entonces, aseguró que se vengaría de Afrodita (lo que llevó a cabo provocando la muerte de Adonis) y prometió fastuosas honras fúnebres y que las generaciones futuras sabrían a la perfección de su virtud y del pecado de Fedra.
Tras su muerte, Hipólito fue honrado en la región como un héroe. Las jóvenes le ofrecían un bucle de sus cabellos antes de casarse y muchos creían que había sido convertido en la constrlación del cochero.
Otra versión de la leyenda afirma que Asclepio lo resucitó y Artemisa lo convirtió en un dios menor, llamado Virbio (significa hombre dos veces) y lo envió a un santuario italiano donde prohibió la presencia de caballos para que no recordase su pasado.


La historia de Hipólito fue inmortalizada por Eurípides en su obra Hipólito.

lunes, 17 de febrero de 2014

Hero y Leandro




Hero fue una hermosa joven que vivía dedicada al cuidado de uno de los templos que Afrodita tenía en Grecia. Su belleza y encanto eran tan sublimesque incluso Apolo y Eros la deseaban para ellos. Sin embargo, Hero se había enamorado de un joven muchacho llamado Leandro, que pasaba por allí de cuando en cuando a cortejarla y entretenerla con sus halagos.
Leandro vivía cerca de Hero, pero entre sus poblaciones se situaba un pequeño estrecho de mar que había que superar en cada visita. Los padres de ambos jóvenes se opusieron a su boda y un día hartos de sus encuentros les prohibieron terminantemente cualquier contacto. Los jóvenes idearon un plan para verse en secreto, cada noche Hero encendía una lumbre en una ventana de su casa, y esta servía de guia para que Leandro, en la orilla opuesta, cruzase con su barco o a nado el estrecho hasta alcanzar a su amada. Así pasaron juntos muchas noches, no sin cierto temor a ser descubiertos, lo que obligaba a Leandro a volver muy temprano.
Una noche hubo un fuerte vendaval que apagó la lumbre encendida por Hero y Leandro, que ya estaba cruzando el corto camino, por más que se esforzó en llegar a su meta, fue tragado por las horribles aguas. La asustada Hero corrió a la mañana siguiente a la playa para obtener información, y cuando estaba atisbando el horizonte, vió el cuerpo muerto de Leandro  depositado en la orilla. Horrorizada, Hero se lanzó a las aguas  aún turbulentas, en busca del alma de su único amado.

lunes, 30 de diciembre de 2013

12º trabajo: capturar a Cerbero

Tenía que llevar ante Euristeo al perro de dos cabezas y cola de serpiente que custodia la entrada al Hades, el reino de los muertos. Como condición tenía que reducir al animal sin la ayuda de ninguna arma, solo con su fuerza. Lo que hizo con la ayuda de Hermes, fue bajar hasta el Hades y pedir a Perséfone y al mismo Hades que le prestasen a su perro guardián. Los dioses accedieron a cambio de que no le hiciera daño al animal, y le entregaron la temible bestia que Hércules presentó ante un aterrorizado Euristeo, que decidió conceder la libertad al hijo de Zeus.

11º trabajo: Robar las manzanas del Jardín de las Hespérides

Esos frutos eran de oro y constituían la fuente de la eterna juventud de los dioses. Este maravilloso jardín se situaba en las comarcas por donde el sol desaparece, y en él habitaban las Hespérides, las ninfas que se encargaban de protegerlas junto con una serpiente inmensa. Sin embargo el emplazamiento exacto del jardín era un enigma. Hércules vagó durante mucho tiempo intentando encontrarlo, hasta que a instancias de las ninfas fue a consultar a Nereo, el que conoce los secretos. Cuando Hércules encontró a Nereo lo encadenó obligandóle a rebelarle la situación del refugio de las Hespérides, con lo que Hércules terminó trasladándose hasta más allá, donde el poderoso Atlas sostenía la bóveda celeste sobre sus espaldas. El gigante se ofreció a ayudar a Hércules, matando la serpiente que custodiaba el jardín en su lugar, si él, se ocupaba de sostener el cielo, el héroe accedió a cambiar de posición con Atlas y, mientras éste conseguía las manzanas y regresaba, él sostuvo sobre su descomunal espalda la bóveda celeste.

10º trabajo: capturar los toros rojos de Gerión

El rebaño de este gigante habitaba en una isla más allá de los confines de la tierra, Eriteia. Al llegar al final del mar mediterráneo encontró el paso cerrado por las rocas, Heracles las apartó creándo así el Estrecho de Gibraltar, poniéndo como límite de éste dos columnas, una en el peñón de Gibraltar y otra, en el monte Hacho (Ceuta).
El mostruoso gigante estaba dotado de tres cuernos y además para resguardar a sus animales se ayudaba de un pastor feroz, Eurition y de un perro de dos cabezas y cola de serpiente llamado Orto (hermano de Cerbero, el can que guardaba la entrada al Hades). Hércules consiguió llegar hasta la isla de Gerión, gracias a la copa que Helios usaba para desplazarse por el firmamento y que prestó de buena gana al hijo de Zeus, una vez allí acabó con Eurition y Orto rapidamente, sin embargo la batalla que estableció con Gerión fue bastante prolongada, hasta que usando una de sus flechas acabó con él. Usando la copa de Helios se trasladó con los animales y tras superar diversas dificultades consiguió llevar parte de los toros rojos ante la corte de Euristeo, quién los sacrificó para Hera.

jueves, 28 de noviembre de 2013

9º trabajo: Conseguir el cinturón de hipólita, la reina de las Amazonas

Hércules se trasladó hasta las orillas del Mar Negro y entabló relaciones con la bella reina que transigió en entregarle su hermoso cinturón. Sin embargo, Hera se inmiscuyó una vez más en la vida de Hércules e hizo correr el rumor de que el héroe en realidad lo que pretendía era secuestrar a la reina, lo que provocó la ira de sus súbditas y que éstas se alzasen en armas contra Hércules. El héroe consiguió el famoso cinturón, pero a costa de numerosas vidas, entre ellas la de la hermosa Hipólita.

8º Trabajo: Secuestrar las yeguas de Diomedes

Eran famosas por su salvajismo, ya que su cruel amo Diomedes, las alimentaba con carne humana. Hércules consiguió amansarlas dándoles de comer la carne de su amo, una vez que los animales se comportaron docilmente las trasladó ante Euristeo, que se las regaló a Hera. Según la tradición, Bucéfalo, el caballo de Alejandro Magno, descendía de una de ellas.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

7º Trabajo:Capturar el toro de Creta

Animal que estaba destinado al sacrificio en honor de Poseidón y que Minos, el legendario rey de Creta, decidió sustituirlo por otro animal y agregarlo a sus rebaños como semental. Poseidon enfurecido hizo que Parsifae, esposa de Minos se enamorara de él y concibiera con él un hijo, el Minotaruo, tras lo cual hizo enloquecer al animal convirtiéndolo en una bestia salvaje que arrasaba con todo por donde pasaba. Una vez que Hércules llegó a la isla consiguió doblegar a la bestia, a la que envolvió en una red para poder trasladarlo a Tirinto, una vez que Euristeo lo vio soltó al animal que moriría más tarde a manos de Teseo en Maratón.

6º Trabajo: Limpiar los establos de Augias, el rey de la Elide

Hacía más de treinta años que los establos de dicho rey no se limpiaban, en éstos se recogían la mayoría de los bueyes de la comarca, lo que provocaba que el hedor llegara hasta las zonas vecinas. Euristeo le encomendó este trabajo para humillarle y ridiculizarle, ya que era tal la cantidad de excrementos que resultaba imposible limpiarlo todo en un solo dia. Hércules decidió desviar el curso del río Alfeo y hacerlo pasar por los establos que quedaron limpios con sus aguas.

5º Trabajo: Exterminar los pájaros de la laguna Estinfalia

Eran unos pájaros de pico y alas de bronce que se alimentaban de carne humana. Estos animales se refugiaban entre los juncos y la maleza que rodeaban la laguna. Para conseguir acabar con ellos Hércules primero los espantó con el ruido de unos cimbalos y, una vez que las aves estuvieron en el aire, las abatió a flechazos.

miércoles, 30 de octubre de 2013

4º Trabajo: Captura del jabalí de Erimanto

Era una fiera de tamaño descomunal que estaba diezmando los campos de Arcadia. Hasta allí se desplazó Hércules para conseguir realizar su siguiente tarea, persiguiendo al jabalí icamsablemente consiguió encerrarlo en un desfiladero sin salida, en donde por su superior fuerza consiguió dominarlo.


3º Trabajo: Captura de la cierva del Monte Cerinea

Esta cierva estaba consagrada a Artemis y poseía astas de oro y pezuñas de bronce. Su gran velocidad había impedido que fuera cazada. Hércules estuvo persiguiéndola de manera infatigable durante un año, extendiendo la caza al país de los Hisperbóreos. Tras una fatigada persecución, el animal paró en un río para beber, en ese descanso consiguió reducirla sin apenas resistencia.

viernes, 25 de octubre de 2013

2º Trabajo: Matar la hidra de Lerna.

Había en la laguna de Lerna una hidra, serpiente de agua gigantesca con numerosas cabezas pero solamente una era inmortal, que se dedicaba a asolar los campos circundantes y devorar a los seres vivos que pasaban por la comarca, de sus fauces se desprendía un hálito mortal y si se intentaba cortar una de sus cabezas, en su lugar nacían dos. Ante tamaña dificultad, Hércules se hizo acompañar de su sobrino Yolao. Empezó a disparar flechas con llamas a la fuente que le servía de refugio y cuando salió, mientras Hércules iba cortando las cabezas de la hidra, Yolao cauterizaba los muñones para evitar que nacieran nuevas testas en el animal. En el momento en que sólo quedó la cabeza inmortal (impotente sin el resto del cuerpo), Hércules acabó con el animal. Los detalles de esta hazaña fueron realatados por Apolodoro.

Una vez realizada la hazaña empapó sus flechas en la sangre de la hidra dotándolas de un fuerte veneno, que ni los sabios centauros sabían contrarrestar.

lunes, 21 de octubre de 2013

1º Trabajo de Hércules: Conseguir la piel del león de Nemea.

Era un fiero animal que tenía aterrorizada a toda la Argólida. Hércules marchó hacia el animal y le disparó todas sus flechas, algo inútil puesto que su piel era invulnerable. En vista de esto Heracles se lanzó contra el león blandiendo su maza, ante la fuerza del ataque la maza se partió en dos y la bestia quedó malherida. Pero dueño aún de fuerza Hércules se enzarzó en una lucha cuerpo a cuerpo con la fiera, consiguiendo ahogarla entre sus brazos. Heracles empleó horas intentando desollar al león sin éxito. Por fin Atenea, disfrazada de vieja bruja, ayudó a Heracles a que descubriera que las mejores herramientas para cortar la piel eran las propias garras del león. De esta forma consiguió la piel del león, que desde entonces vistió a modo de armadura, usando su cabeza como yelmo.






Heracles

 Hércules fue un héroe tebano, hijo de Zeus y de Alcmena, mujer del general Anfitrión. Para engendrarlo, Zeus se convirtió en la figura de su marido Anfitrión y se unió a ella en su lecho la misma noche que Anfitrión, volviendo de una expedición, concibió junto a su mujer a Ificles, que nació al mismo tiempo que Heracles.

Hera, decidida a matar al hijo de su infiel marido, y mucho más enfurecida por el hecho de que Zeus se jactaba de su hazaña entre los otros dioses, poco después del nacimiento de Heracles, envió dos grandes serpientes para que acabaran con él. El niño era aún muy pequeño pero estranguló a las sepientes en su cuna. Su madre le abandonó temiendo la ira de Hera y el bebé fue recogido por Zeus, quien engañó a Hera de tal modo que ésta dio de amamantar a Heracles convirtiéndolo en inmortal. Estaba dotado de poderes sobrenaturales pero también con debilidades propias de los humanos, representaba lo sobrenatural, lo grandioso. Adquirió una gran fuerza y unas capacidades excelentes debidas, en parte, a la educación que recibió de Quirón, de forma que llegó a ser el hombre más famoso y valiente de su tiempo. Sin embargo también fue educado por otros grandes maestros como Lino (maestro de música), Téutaro ( enseñó el manejo del arco), Cástor y Radamante.


De joven conquistó Orcómeno, tribu que exigía a Tebas el pago de un tributo, y como recompensa, pudo casarse con la princesa tebana Megara, con quien tuvo tres hijos. Todos perecieron a manos de su padre, que los mató a flechazos en un ataque de locura junto con su esposa. Hércules arrepentido de tan horrible crimen, marchó a Delfos a consultar el oráculo del dios Apolo, lo que debía hacer para expiar su crimen. El oráculo le dijo que partiera hacia Tirinto, donde se pondría al servicio del rey Euristeo. Éste, asustado ante la imponente presencia de Hércules y temeroso de que algún día quisiera arrebatarle el trono, decidió deshacerse de él, para lo cual le impuso la realización de doce trabajos, cada uno más dificil que el anterior:
  1. Trabajo 1º: Conseguir la piel del león de Nemea.
  2. Trabajo 2º: Matar la hidra de Lerna.
  3. Trabajo 3º: Capturar la cierva que moraba en el Monte Cerinea.
  4. Trabajo 4º: Capturar el jabalí de Erimanto.
  5. Trabajo 5º: Exterminar los pájaros de la laguna Estinfalia.
  6. Trabajo 6º: Limpiar los establos de Augias, el rey de la Elide.
  7. Trabajo 7º: Capturar el toro de Creta.
  8. Trabajo 8º: Secuestrar las yeguas de Diomedes. 
  9. Trabajo 9º: Conseguir el cinturón de Hipólita, la reina de las Amazonas.
  10. Trabajo 10º: Capturar los toros rojos de Gerión.
  11. Trabajo 11º: Robar las manzanas del Jardín de las Hespérides.
  12. Trabajo 12º: Capturar a Cerbero.

Heracles  tuvo muchas amantes, y lograr sus atenciones le costó muchos problemas: para conquistar a Onfale debió despojarse de todo aquello que siempre había sido suyo, y el amor de Deyanira le supuso un nuevo enfrentamiento y asesinato, esta vez de Aqueloo. La muerte de Heracles vino directamente causada por la propia Deyanira. Un día cuando ambos viajaban juntos, Heracles confió su esposa al centauro Neso para que la cruzara de una parte a otra del río, mientras él recorría otra parte más intricada del mismo, pero más interesante para sus propósitos. Sin embargo, Neso intentó poseer a Deyanira y Heracles acudió para matarlo, lo que consiguió, a pesar de su velocidad, lanzándole una flecha. Sin embargo, antes de morir Neso le dio a Deyanira una túnica que, según él, servía para avivar el amor de los maridos infieles.
Mucho tiempo después, cuando Heracles estaba de viaje y junto a la bella Iole en Eubea, Deyanira le envió la túnica y en cuanto Heracles la abrió, empezó a sufrir un fuerte dolor provocado por el intenso veneno que había consumido. Heracles, viendo que iba a morir, hizo una gigantesca pira con troncos de árboles, se tumbó en ella e hizo que Filoctetes la encendiera. Heracles murió incinerado, pero pronto fue sacado del Hades por los dioses que en agradecimiento a su comportamiento, lo subieron al Olimpo, lo convirtieron en semidios y lo desposaron con Hebe.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Helena de Troya

Sus padres fueron Zeus y Leda, mujer del rey Tíndaro de Esparta, y tuvo tres hermanos: Cástor, Polux y Clitemnestra. Helena de Troya nació de uno de los huevos que puso Leda cuando fue seducida por Zeus. De pequeña fue raptada por el héroe Teseo que quería casarse con ella, pero sus hermanos la rescataron. Helena era la mortal más bella del mundo, el objeto de deseo de todos los príncipes griegos.

Fue la causa que provocó el inicio de la guerra de Troya al acompañar a Paris, príncipe de dicha nación, a su patria. Paris la obtuvo gracias a Afrodita, en contraprestación por haber elegido a ésta como la diosa más bella. Ante su huida con Paris, Menelao, su marido, llamó a todos los reyes de Grecia, que se unieron a él para resarcir con una guerra la afrenta de que había sido objeto por parte de los troyanos.
No está totalmente claro el papel que tuvo Helena durante la guerra. Parece ser que se pasaba el día en la torre del palacio de Troya donde tenía un telar con el que tejía todas sus desdichas, mientras se lamentaba del instante en que había tenido la debilidad de dar oídos a un extranjero y marcharse  con él. Cuando Paris murió, se casó con Deífobo, que también era hijo de Príamo como Paris. Pero cuando Troya fue tomada, Helena entregó a Deífobo de la manera más indigna a los griegos, que lo apuñalaron. De esta forma Helena pretendía reconciliarse con Menelao, y así fue. El hijo de éste, Atreo, la llevó a Grecia junto a él en un viaje complicado, porque los dioses provocaron varias tormentas que les hicieron pasar por Chipre y Egipto.
Ya en Esparta fueron muy felices hasta la pronta muerte de Menelao. Entonces, fue expulsada del Peloponeso por indigna. Buscando auxilio fue a Rodas a casa de una antigua amiga, la reina Polixo. Ésta, llena de odio por la muerte de su marido en la guerra de Troya, mandó acabar con su vida ahogándola en el baño  y después de muerta, la ahorcaron en un árbol.




lunes, 16 de septiembre de 2013

Filemón y Baucis

Fueron una pareja desdichada que vivía en la zona de Frigia. Zeus había observado que, por aquellos territorios, existía un gran número de familias que vivían en humildes chozas y que eran poco acogedoras con los visitantes que por allí pasaban. Enojado por la falta de amabilidad de tales habitantes, decidió investigar un poco. Se disfrazó, junto con Hermes, su ayudante en esta empresa, con unos horribles harapos, para dar un aspecto lo más pobre posible, y así fue visitando todas y cada una de las casas, obteniendo siempre un trato desagradable, excepto en una de las chozas, la de Filemón y Baucis. Ellos acogieron lo más amablemente posible a esos harapientos que llamaron a su puerta. Les dieron agua para lavarse y el banquete más suntuoso que podían ofrecerles: vino, miel, queso, huevos y otros modestos alimentos. Mientras la comida se desarrollaba, los esposos observaron con admiración cómo las provisiones de que disponían nunca se acababan, por más que escanciaran vino en las copas de sus huéspedes. Entonces, la pareja dedujo que sus visitantes, eran, en realidad, dioses inmortales.

Después del ágape, Zeus y Hermes se mostraron con su auténtico aspecto y condujeron al matrimonio a lo más alto de una colina, desde la que se divisaba toda la región. Desde allí, pudieron ver cómo su choza se había transformado en un gran palacio, que serviría de templo para los dioses. Además, en agradecimiento, Zeus dijo a Filemón y a su mujer que les concedía todo cuanto quisieran, y éstos pidieron convertirse en los sacerdotes del templo y morir al mismo tiempo. Por otra parte, Zeus, envió un gran diluvio a la región, cuyos habitantes perecieron totalmente, salvo la esplendorosa pareja.

Al cuidado del templo vivieron durante mucho tiempo y cuando les llegó el momento de la muerte, Zeus, haciendo cumplir su deseo los transformó a la vez en árboles: en un roble a Filemón y en un tilo a Baucis. Desde entonces, ambos permanecieron juntos para siempre con las ramas entrelazadas.

Ésta pareja, cuya leyenda narra Ovidio en la Metamorfósis, simboliza el amor conyugal.









miércoles, 11 de septiembre de 2013

Faetón

Según la leyenda era hijo de Helios y de Clímene,  pero según otras versiones era hijo  de Eos y Céfalo.
Se dice que era uno de los jóvenes favoritos de Afrodita. Un día Faetón tuvo una disputa muy grave con Epafo, hijo de Zeus y se intercambiaron el uno al otro graves insultos. Epafo llegó a reprocharle que no era hijo de Helios, diciéndole: "tu origen no es desconocido. Tu fragil madre ha fingido unos amores divinos para legitimar mejor su desarreglada conducta." El contrariado Faetón acudió rapidamente a casa de su madre y le pidió consejo para perpetrar una venganza o hallar algún modo de recuperar el honor perdido.

Clímene aconsejó a su hijo que solicitara el permiso del Sol para conducir su carro, aunque sólo fuera por un día para así demostrar a todo el mundo la verdad de su nacimiento. Helios, al tiempo que debía ayudar a su hijo en la venganza de la afrenta ocurrida, temía por lo peligroso de la petición que le había hecho su hijo. Intentó disuadirle, pero como no lo consiguió, dispuso la preparación de su carro dorado. Cuando Faetón había montado, y antes de que emprendiera el vuelo, su padre le aconsejó que no se acercara demasiado al cielo, pero que tampoco estuviera muy cerca de la tierra, pues ambas cosas resultarían muy peligrosas. Sin embargo, Faetón no le hizo mucho caso y, como además, los veloces corceles blancos enganchados al carro no estaban acostumbrados al mando que ahora los llevaba, subían al cielo y bajaban a la tierra sin control. Además, Faetón se asustaba de los signos del zodíaco cada vez que surcaba la bóceda celeste y eso le impedía serenarse. Así debido a sus imprudencias, tan pronto se quemaba el cielo como se evaporaban los ríos, la tierra gimió de desesperación y pidió a Zeus que detuviera tal tormento. Éste, mandó la muerte a Faetón, que cayó hecho un torbellino en el Eridano (el actual río Po). Ante el dolor de su muerte su amigo Cicno quedó convertido en cisne. Sus hermanas, las Helíadas, recogieron su cuerpo, le rindieron honores fúnebres y lo enterraron. Sumidas en la tristeza sus lágrimas constituyeron el ámbar que se encuentra aún en ese río y después, fueron metamorfoseadas en álamos.

Fue por la aventura de Faetón por lo que, según la mitología, África perdió toda su vegetación y se convirtió en desierto y el color de piel de sus habitantes se tornó negro. Y también es este mito la justificación de la creación de la vía Lactea a causa de los incendios en el cielo.


viernes, 30 de agosto de 2013

Europa

Según las diferentes versiones, era hija de Agenor, rey de Tiro, y de Telefasa o Argiope, aunque también pasó por  hija de Fénix. Europa poseía una belleza excepcional rebosante de armonía. Su piel era de reluciente color blanco y siempre iba muy bien acicalada.

Zeus paseaba por el mundo buscando doncellas a las que conquistar. Sin embargo, el gran dios, mucho más refinado que otros compañeros suyos dedicados a la misma tarea como Ares, empleaba el engaño para conquistar a toda mujer que se le antojaba, pero era paciente y prefería que sus conquistas se entregaran por sí solas a sus encantamientos.

Un día Zeus vió a Europa jugando con la arena de la playa en candorosa desnudez. Enseguida, se sintió enormemente atraído por ella y sintió un desbordante deseo carnal. Para lograr su interés, decidió convertirse en un animal, tal y como había hecho otras veces, y adoptó la forma de un toro blanco de gran belleza, forma ésta en la que se le acercó. Zeus se había dirigido a las praderas donde Europa estaba jugando con sus amigas tras el baño. Al verlo, todas sus compañeras salieron despavoridas, pero, por el contrario, Europa esperó allí extremadamente tranquila, como si estuviera hipnotizada por el encanto y la mansedumbre del toro y se acercó a él maravillada acariciándole la testuz y poniéndole luego una guirnalda de flores en el cuello. En ese momento, Zeus se agachó y le ofreció su lomo que ella tomó encantada, sentándose sobre él.
Al instante se lanzó al mar y comenzó a cabalgar a enorme velocidad, aunque la muchacha no tuvo miedo porque Zeus lo hacía con suavidad. Cuando llegaron a la isla de Creta, cerca de la ciudad de Gortina, en la orilla opuesta, Zeus se mostró ya como el dios que era y Europa no tuvo reparos en entregarse pasionalmente a él, asombrada de que el gran dios de dioses se hubiese sentido atraído por ella. Se cobijaron a la sombra de un árbol, al parecer, un platanero o un sauce, cerca de un arroyo, que se volvió de hoja perenne para la eternidad. Zeus y Europa tuvieron tres hijos: Minos, Radamantis y Sarpedón.

Mientras tanto enterados sus familiares del rapto, el padre de Europa ordenó a sus otros hijos: Cadmo, Fénix, Cilix y Taso que fueran en su busca. Éstos se dividieron en varias direcciones pero no pudieron encontrarla y terminaron convirtiéndose en gobernantes de los lugares a los que se habían dirigido.

Al poco de su unión, Zeus casó legalmente a Europa con Asterión, rey de Creta, haciéndole tres regalos: Talos, un autómata de bronce construido por Dédalo; una jabalina que siempre daba en el blanco, y un perro que nunca dejaba escapar a su caza. Asterión acogió a los hijos de Europa, como si fueran suyos y a su muerte, Minos ocupó el trono de su país.

Parece ser que tras su muerte Europa fue convertida en una diosa con el nombre de Hellotis o Hellotia, aunque esta leyenda no está muy extendida, y el toro en el que Zeus se había convertido fue transformado en la constelación de Tauro que contiene la nebulosa del cangrejo.




Una explicación más lógica al mito de Europa dice que unos comerciantes de Creta, desplazados a Fenicia por cuestiones comerciales, habiendo visto a la joven y bella Europa, la raptaron para ofrecerla a su rey Júpiter. Como su nave llevaba a proa un toro blanco, se divulgó la leyenda de que el dios Júpiter se había metamorfoseado en toro para apoderarse de ella.

jueves, 29 de agosto de 2013

Escila

Monstruo del mar con cabeza y torso de mujer, y el resto del cuerpo termina en forma de pez. De sus extremidades inferiores salían cabezas de perros, cuyos ladridos eran tan leves como los de un cachorro, pero no así su voracidad. Tenía doce pies para sostenerse. Poseía tres cabezas (también se le asignan seis) todas ellas con tres hileras de puntiagudos colmillos. Vivía en el estrecho de Mesina, junto a Caribdis, y fue transformada por los dioses en una roca que suponía graves peligros para los navegantes.

Existen dos versiones de quienes fueron sus padres: por un lado se cree que fueron Hécate y Forcis, y por otro se le adjudica la paternidad a Equidna y Tifón.

Escila no siempre había sido un monstruo, antaño fue una hermosa doncella llena de dulzura. Un día que jugaba alegremente en la playa, Glauco (un ser inmortal) la observó sentada en una umbría caleta, lavándose sus pies en las cristalinas aguas. Después de haber admirado su belleza desde lejos, se acercó hasta ella para intentar conquistarla. Pero a Escila le causaba temor su gran cola de pez  y sentía aversión por su cabello lleno de cizañas. Quizá lo que más aborrecía era su aire engreído, porque Glauco se había envanecido de haber comido una hierba mágica que lo convirtió en  un ser inmortal.
Glauco que no estaba dispuesto a tolerar una negativa por respuesta, acudió a la maga Circe para lograr el amor de Escila con artimañas de brujería. Circe no quería  ayudarlo porque estaba enamorada de él pero tras muchas presiones se vió obligada a hacerlo. pero solamente, con el fin de conseguir sus propósitos de venganza hacia su rival Escila. Para ello le entregó una pócima a Glauco y le dió una serie de instrucciones sobre su uso. Glauco siguiendo las directrices de Circe, vertió el líquido en la  caleta donde todos los días se bañaba Escila. Cuando llegó a darse su baño, observó como una jauría de perros empezaba a atacarla. Asustada, trató de defenderse, pero pronto observó horrorizada que esos perros partían de su cintura. Glauco que vigilaba desde la distancia, al ver lo ocurrido, perdió todo el interés por ella y se marchó.

Escila personifica un escollo del estrecho de  Mesina que separa sicilia del sur de Italia y que comunica los mares Tirreno y Jónico, situado enfrente del torbellino caribdis.

En la Odisea de Homero, Circe advierte a Odiseo en el canto XII de navegar más cerca de Escila que de Caribdis, ya que mientras Escila devoraría a seis de sus hombres, su contrapartida succionaría su barco entero: Empuja rápidamente tu nave hacia el escollo de Escila, ya que es mejor perder a seis de tus hombres que toda tu nave.







jueves, 13 de junio de 2013

Edipo

Fue un desventurado príncipe tebano, hijo de Layo y de Yocasta. Poco antes de que ambos se casaran el oráculo de Delfos les advirtió  que el hijo que tuvieran llegaría a ser asesino de su padre y esposo de su madre. Layo, nada más nacer su primogénito, encargó a un íntimo conocido que matase al niño, pero dicha persona, dubitativa entre la lealtad al rey y el horror que le producía la orden encomendada, perforó los pies del bebé y lo colgó con una correa en un árbol situado en el monte Citerón. Forbas, un pastor de los rebaños del rey de Corintio, escuchó los horribles lamentos y lloros del bebé, y lo recogió entregándoselo para su cuidado a Polibio, cuya esposa Peribea se mostró encantada con el bebé y lo acogió amorosamente en su seno, dándole por nombre Edipo, que significa "el de los pies hinchados".
Cuando el joven Edipo tenía catorce años ya mostraba enorme agilidad en todos los juegos del ejército,  viéndose en él a un futuro soldado. Uno de sus compañeros de juegos, corroído por la envidia que le producían las capacidades de Edipo le echó en cara, para insultarle, que no era más que un hijo adoptivo sin honra alguna. Ante tal hecho, Edipo, atormentado por las dudas a menudo preguntaba a su madre por su procedencia. Pero Peribea, que sentía que la verdad podía llegar a ser muy dolorosa, siempre se esforzó en persuadir a Edipo de que ella era su auténtica madre.
Edipo, sin embargo, no estaba contento con sus respuestas y acudió al oráculo de Delfos, quien le pornosticó aquello mismo que ya había dicho a los reyes de Tebas, aconsejándole además, que nunca volviese al lugar que le había visto nacer. Al oir esas palabras, Edipo prometió no volver jamás a su tierra, Corinto, y emprendió camino hacia la Fócida. Durante el camino sufrió dos percances, el primero le ocurrió en un cruce donde se enfrentó al pasajero de un carruaje, causándole la muerte de manera accidental (lo que Edipo no sabía es que era Layo su verdadero padre). A continuación se encontró a un horrible monstruo, la Esfinge. Tenía cabeza, cara y manos de doncella, voz de hombre, cuerpo de perro, cola de serpiente, alas de pájaro y garras de león, y desde lo alto de una colina detenía a todo aquel que osase pasar junto a ella, haciéndole una pregunta compleja cuya ignorancia provocaba  su muerte por el terrible monstruo. Los desgraciados eran ya miles.
Creonte, hermano de Yocasta, y nuevo rey, prometió dar la mano de su hermana y, por lo tanto, el trono de Tebas, a aquel que consiguiese descifrar el enigma de la Esfinge. Dicho enigma era: "¿cual es el animal que por la mañana tiene cuatro pies, dos al mediodia y tres a la tarde?".
Edipo que deseaba la gloria más que nada y que disponía de una sagacidad sin límites, dio repuesta al misterio de la Esfinge diciendo: "el hombre en su infancia anda sobre sus pies y sus manos, en la edad madura sobre sus pies y en la vejez ayudándose de un bastón como si fuera un tercer pie". La Esfinge, enormemente furiosa porque alguien hubiera desvelado el secreto, se suicidió abriéndose la cabeza contra una roca.
Edipo se casó con Yocasta y vivieron felices durante muchos años teniendo por hijos a Etéocles, Polinice, Antígona e Irmene. Sin embargo, llegó el día en que una peste comenzó a arrasar toda la región, sin que tuviera remedio alguno, y el oráculo de Delfos informó de que tal calamidad sólo desaparecería cuando el asesino de Layo fuese descubierto y expulsado de Tebas. Edipo animó las investigaciones como buen rey que era, pero éstas descubrieron lo que realmente había ocurrido: había matado a Layo, su padre y se había casado con Yocasta, su madre. Yocasta después de éste descubrimiento se suicidió y Edipo, abrumado por la gran tragedia, creyó no merecer más ver la luz del día y se sacó los ojos con su espada. Sus dos hijos  le expulsaron de Tebas y Edipo se fue a Ática, donde vivió de la mendicidad y como un pordiosero, durmiendo sobre las piedras.
Con él viajaba Antígona, que le facilitaba la tarea de encontrar alimento y le daba el cariño que requería. Una vez, cerca de Atenas, llegaron a Colono, santuario y bosque dedicado a las Erinias, que estaba prohibido a los profanos. Los habitantes de la zona lo identificaron e intentaron matarlo, pero las hermosas palabras de Antígona pudieron salvar su vida.
Edipo pasó el resto de sus días en casa de Teseo, quien le acogió misericordiosamente. Otra versión afirma que murió en el propio santuario, pero antes de expirar, Apolo le prometió que ese lugar sería sagrado y estaría consagrado a él y sería extremedamente provechoso para todo el pueblo de Atenas.


Freud descubrió el complejo de Edipo (1897/1902): amor por el padre del mismo sexo y odio al padre del sexo opuesto, aunque ambas formas pueden combinarse de distintas maneras.


miércoles, 29 de mayo de 2013

Ganímedes

Era un joven muchacho descendiente de Tros y Calírroe, según unas versiones, y de Laomedonte, según otras, perteneciente a la casa real de Troya. Hermanos suyos fueron Ilo, Asáraco y Cleopatra. Ganímedes era todavía un niño, es decir, no había pasado la pubertad, y se ocupaba de cuidar los rebaños de su padre en los alrededores de su residencia habitual.
Ganímedes era el mortal más bello de todos los hombres que cubrían la faz de la tierra. Un día Zeus, que había conocido de su existencia, se fijó en él, y como estaba un poco aburrido de mantener siempre relaciones con mujeres, y además, era un dios sumamente pasional, decidió probar a relacionarse sexualmente con el joven. Para ello se metamorfoseó en águila y un día que el joven estaba cazando en un monte poco seguro, pasó volando y se lo llevó entre sus garras para siempre. Como compensación por el rapto, su padre recibió unos caballos divinos o una copa de oro realizado por el gran Hefesto (hijo de Zeus).


En el Olimpo Ganímedes fue inmortalizado de manera infantil para siempre y jamás creció, también se convirtió en el escanciador oficial del Olimpo, servía las copas en las largas veladas y encuentros de los dioses olímpicos, cargo sumamente honorífico.
En Atenas, los pintores de vasijas representaban a menudo la historia mítica que resultaba muy apropiada para los banquetes formales exclusivamente masculinos. El mito de Ganímedes era ilustrado con el comportamiento habitual en los rituales de cortejo homoxesuales.


miércoles, 8 de mayo de 2013

Frixo

Era hijo de Atamante, rey de Orcómeno, y de Néfele.  La reina Néfele murió y la nueva esposa de Atamante, Ino, odiaba a los hijos que su marido había tenido con la anterior reina (Frixo y su hermana Hele).  Estuvo mucho tiempo tramando planes para deshacerse de los hijastros. Un día que toda la familia se encontraba de celebración en casa del tío de Frixo, Creteto, Ino intentó seducirle, pero Frixo la rechazó. Despechada tras el rechazo lo denunció por habérsele insinuado.
Tras el rechazo urdió otra trama para deshacerse de los hermanos, propiciando una horrible hambruna en el reino. Después de este desafortunado hecho  pidieron consejo a un oráculo,  el cual predijo que la muerte de los dos hermanos era necesaria para acabar con ella. Esta predicción fue manipulada por Ino, quien sobornó a los emisarios. Justo cuando Frixo y Hele iban a morir, el dios Zeus o, según otras versiones, la propia Néfele envió un carnero alado con el vellocino de oro, montado en una nube por la mediación de Hermes, que se los llevó por los aires para salvarlos. Hele cayó al mar y la muchacha murió. Sin embargo Frixo llegó indemne hasta la Cólquide donde le recibió el rey Eetes. Casándolo más  tarde con su hija Yofasa.  Los cinco hijos de la pareja, llamados Presbón, Argo, Melas, Calcíope y Citisoro volvieron con el tiempo a Orcómeno a vengar la traición de su padre y recuperaron el trono.
 Frixo sacrificó el carnero en honor del rey, pero éste lo consagró a Ares, clavándolo en un roble del bosque sagrado de Ares y entregando su custodia a un dragón. Ésta piel es la que Jasón fue mandado a buscar con los Argonautas por el rey Pelías.

El mar donde hele se ahogó en la hida con su hermano fue llamado helesponto (ponto significa mar) en su honor, y es el actula mar Mármara.